Mafioso tú, yo, él, todos.

Una frase del Talmud (escrito hebreo que recoge discusiones rabínicas sobre leyes judías, tradiciones, costumbres, narraciones y dichos)  afirma: «No vemos las cosas como son, vemos las cosas como somos».

Sin recurrir a la religión podemos citar a cualquier abuelo nuestro, que ante una situación particular nos enseñaba: “El ladrón ve a todos de su condición”

Y podemos introducirnos en el mundo de la selva donde alguna moraleja relata: «El león cree que todos son de su calaña».

Una vez más el presidente de la Nación, el señor Mauricio Macri, se refiere a los representantes de los trabajadores como “mafiosos”.  En este caso atacó a los gremios docentes: «Hay un grupo que se resiste, privilegiando sus intereses personales, su pequeño nicho de poder, hasta a veces ejercido a veces de forma mafiosa, y a la mayoría le da miedo el cambio».

Pero esta no fue la única vez que el primer mandatario se refiere a los gremios con estos adjetivos, recordemos lo que ocurrió a horas del primer Paro General de la CGT en su gestión: «No podemos aceptar más comportamientos mafiosos en la Argentina. Están en los sindicatos, en las empresas, en la política, en la Justicia. Por suerte son minoría, pero tenemos que combatirlos porque no podemos aceptar que nadie se crea el dueño de este país ni el dueño de nuestro futuro y con el derecho a poner palos en la rueda sistemáticamente».

Evidentemente el señor Presidente tiene una obsesión con el término “mafia”, es un buen ejercicio analizar los significados de las palabras, para tener los conceptos bien afianzados.

Comencemos con el de «mafia»: “Organización clandestina de criminales que intenta conseguir el monopolio de sus actividades delictivas en una zona”.

Del concepto de mafia también se desprende el término “Clan”, ¿a qué se referirá? “Clan es un término que procede del gaélico clann (“descendencia”) que, a su vez, tiene su origen en el latín planta (“planta”, “brote”). La noción se utiliza para nombrar al grupo que exhibe una tendencia exclusivista y cuyos integrantes están unidos por fuertes vínculos de familiaridad.”

Dado que el Señor Macri tiene un particular afán de referirse con términos delictivos a los trabajadores, también se refirió al Estado como un “aguantadero”: «Tenemos que dejar de lado la intervención nociva de la política en transformar el Estado en aguantadero, en lugar de algo que jerarquiza y potencia» La definición de «aguantadero» es bastante concreta: “Lugar en el que se ocultan delincuentes”.

Ahora bien, que ya tenemos todos los conceptos incorporados, estaría muy bueno poder analizar:

¿Quiénes pretenden conseguir el monopolio de sus actividades? ¿Quiénes exhiben una tendencia exclusivista? ¿Quiénes  pertenecen a clanes con vínculos familiares fuertes y poderosos? ¿Quién tiene más de 200 causas? ¿Quién gestiona en el Estado hace 10 años? ¿Quién es mafioso? ¿Quién ve a todos de su condición?

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