“El reclamo es político y la lucha es cultural”

Es ilustradora, militante feminista y vecina de Avellaneda. A diario publica en sus redes sociales pequeñas historietas que dejan entrever situaciones cotidianas y actuales con una postura crítica y analítica. Atravesó unos años donde su arte se vio encajonado, pero finalmente floreció con el feminismo.

-¿Cuánto de vos se refleja en tus dibujos?

Todo. De hecho, el personaje soy yo y lo que pongo es lo que pienso y analizo de las cosas que pasan. Antes de esta etapa feminista, estuve mucho tiempo sin dibujar, dibujaba otro personaje que decía muchas cosas, pero no era yo. Desde que empecé a escribir sobre género y patriarcado, me pareció mejor hacerme cargo y dar la cara de lo que pienso. Yo empecé a dibujar para mi, era un proceso interno.

-¿Te trajo problemas decir lo que pensás?

Me trajo problemas con gente conocida, gente que ya no me habla. También con gente que me manda mensajes privados con amenazas e insultos. Lo que le pasa a todas las personas que trabajan con las redes.

-¿Pensaste que la militancia iba a devenir en todo lo que estás haciendo ahora?

Cuando empecé a dibujar, lo hacía para mí, era un proceso interno. Tenía la necesidad de poner en palabras todos los ruidos que yo había sentido y no sabía que eran violencia. Nunca imaginé terminar dibujando con la Campaña en el escenario o yendo a dar charlas. Tampoco imaginaba meterme en cuestiones legales como «el falso síndrome de alienación parental». Empecé a informarme, a leer, investigar. Tuve que repensar toda mi vida y todo lo que había aprendido. 

 

El SAP fue inventado por Richard Gardner, quien defendía la pedofilia aduciendo que no está mal que los y las niñas pueden ser iniciados sexualmente por sus padres. Esta teoría sostiene que las denuncias de abuso se originan en el “lavado de cerebro” del progenitor conviviente hacia el niño. El SAP fue desestimado por Asociación Americana de Psiquiatría, e incluso, la Organización Mundial de la Salud declaró que no posee ninguna base científica. 

-¿Cómo fue el proceso de replantearte toda tu vida?

Doloroso.Todos y todas estamos adentro de distinto placares: del facho, de la negación, del silenciamiento. Tiene que ver con esto, salir del placard del patriarcado. En general se llega al feminismo por una situación de violencia. Yo llego desde un descubrimiento personal y desde este reposicionamiento. Por eso es tan importante el “femi-nacimiento”, es como salir de un placard también. Si miro ahora hacia atrás, hay cosas que desde el principio tenían que haberme alertado. Yo no fui victima de violencia física, pero si cultural que tiene que ver con los aprendizajes, una violencia avalada por la cultura, que es estructurada y continua. Creo que hasta la misma persona pudo modificar ciertas actitudes y eso es valido porque la deconstrucción debería llegarle a todas las personas. Eran cosas que sentía en el cuerpo, la desesperación, ahogo, esa sensación de vulneración y soledad extrema a la que no podía ponerle nombre. Además cuando estás en un circulo de violencia, empezás a sentirte culpable.

-¿Qué es el feminismo?

El feminismo es trasversal, interseccional e inclusivo. Es la respuesta a una violencia que es estructural, sistemática y continúa. No pretendemos hacerle a los hombres lo mismo que nos hicieron siempre a nosotrxs. La realidad es que hay que hacer un trayecto hacia arriba y, en el camino, ellos tienen que darse cuenta que hay privilegios y situaciones que deben cambiar. Y mientras eso no suceda en pos de la equidad, estamos en resistencia. 

-¿Qué implica para vos una maternidad responsable?

Tiene que ser deseada. Lo primero, se trata de ser responsable de una misma. Si vos podés hacerte
cargo de ese momento porque poner el cuerpo es difícil y, generalmente, son cosas que no se
saben. Es re lindo si lo esperabas y lo deseaste, pero es duro.
Nosotras estamos inmersas en el mito de amor romántico. Desde que nacemos nos dicen que tenemos
que prepararnos como ama de casas, cuidadoras. Para conseguir un macho que nos mantenga o nos
sostenga y eso implica hasta romantizar las tareas de limpieza y cuidado. Se trata de un velo patriarcal
que te cuenta una sola parte. El cuento de «La Cenicienta» termina cuando ella se casa, después no
sabemos si ella se dio cuenta si él era un vago o si lo echa. No sabemos lo que sigue. 

-¿Qué creés sobre la Educación Sexual Integral?

Es muy importante que la Educación Sexual Integral se dé en todos los niveles, respetando los distintos procesos. Es importante poder sacarlos de ese dualismo de que las niñas tienen vulva y los niños penes. Poder enseñarles a deconstruir los roles, estereotipos de género, la heteronorma, la binaridad. Poder romper eso que es «lo esperable» porque es importante poder accionar de otra manera. A Luca y Carolina (sus hijos) le hablo de todas estas cuestiones. Saben y entienden, por ejemplo, sobre infancias trans. Incluso, Caro viene conmigo a marchas y está muy familiarizada con personas no binarias, compañeras trans, travestis.

-Con respecto a esto, ¿Qué conceptos te cuesta más adaptar en tus cuentos?

Cuando salió “Feminismo para chicxs” de Sudestada, ellos me plantearon hacer algo así. Escribí un mini libro con estos temas que son muy profundos, pero de una manera muy acotada, ya que se trató de dar un pantallazo de todos los temas. Hice el libro que a mi me hubiera gustado leer de chica.

-¿Por qué lo decís?

Si hubiese tenido esa información, me hubiese sentido mucho más libre para vivir muchas situaciones. Creo que siempre fui feminista y nunca lo supe. Desde niña siempre fui combativa y luché con situaciones que creía injustas. Siempre fui fiel a lo que sentía y creo que los momentos en los que no lo fui, fue por adaptación. Si hay algo que nos pasa a las mujeres, lesbianas, travestis y trans es que nos adaptamos para no recibir violencia.

-¿Hay algún tipo desde avance desde lo simbólico y comunicacional?

Sí, pero no lo suficiente. Esto sucederá mientras los medios no tengan perspectiva de género. La sentencia de Nahir Galarza coincide con la libertad de uno de los asesinos de Natalia Melmann. No planteo si ella es culpable o no, pero me parece que no se dio el mismo tratamiento que cualquier feminicidio diario. El caso lleva el nombre de ella y no el de la víctima. De ella sabemos todo: lo que come, qué se pone, qué le gusta, qué hace. Si desde el minuto cero estaba condenada, es por una cuestión meramente patriarcal.

-¿Qué sucede con la agresividad y la dualidad que se plantea a partir del debate del aborto?

Últimamente se habla de la ley en términos de “despenalización” para quitarle al Estado la responsabilidad de generar políticas públicas y no es así. Continúa la desigualdad, la injusticia social. Salir del tutelaje religioso y patriarcal es difícil de comprender para una parte de la sociedad. Hay un sector que no puede aceptar que nos corramos de esos parámetros que históricamente nos impusieron: la maternidad obligatoria, la crianza, el cuidado del hogar, el cuidado del marido, el marido.

El posicionamiento político muchas veces es peligroso porque se disfraza de moral y ético bajo el discurso «yo no me meto, no soy extremista» y no, pelear por lo que uno cree no es extremismo. Distintos son los que le pegan a una piba porque tiene el pañuelo verde, eso sí lo es. Porque se sale de lo verbal, o lo que sucede en las redes a través del anonimato.Se transforma en agresión física sólo porque la otra persona piensa distinto. 

-¿Te ves optimista con la sanción de la ley?

 En caso de empate, define Michetti, lo que es preocupantepor la falta de conocimiento y empatía que tiene. Está alienada a la estructura patriarcal, que tiene que ver también con la unión religiosa y económica.  Y no es cualquier persona, es la Vicepresidenta de la Nación, y se está presentando como antilegalización del aborto además de que, si fuera por ella, no sería legal ni siquiera en caso de violación, cosa que existe de 1921. Van a intentar cualquier maniobra dilatoria porque no tienen sustento. Espero que salga, pero lo veo difícil.

Se está abusando de la violencia institucional. No terminan de entender que el 80% de los aborto serán medicamentosos, que es algo que sucederá en su casa. Continuarán con los videos de cesáreas, abortos tardíos, después de las 14 semanas. Lo importante es entender que no se habla de aborto sí o aborto no. Estoy a favor de que nadie viva una situación que no quiere vivir, sin poner en riesgo su salud ni su vida. 

-Por último, ¿el patriarcado se va a caer o lo van tirar?

El patriarcado no se va a caer, lo vamos a tirar con esta fuerza que además nos dan las redes de pelear en conjunto, a nivel mundial. El reclamo es político y la lucha cultural.

Aborto LegalfeminismoIlustradoraRo Ferrer