#LaRecetaDeElNumeral – Milhojas de mandioca

 

Si bien en los papeles ya estamos en primavera, el fresco sigue rondando y todavía nos predispone para comidas algo suculentas. La receta de hoy es muy sencilla y rendidora y tiene como protagonista a la mandioca.
La mandioca es un tubérculo que se obtiene de un arbusto de la familia de las Euforbiavceas cultivada principalmente en América, Asia y África. Su uso en la cocina hogareña se ha popularizado mucho los últimos años ya que se trata de un alimento muy versátil, rendidor y rico en nutrientes y vitaminas (si te interesa, al final hay más detalle). El uso que se le da en las preparaciones suele ser parecido al de la papa, como tortillas, puré, al horno, en ñoquis o croquetas, guisos, papillas para bebés, solo que es más cremosa y con un toque de dulzor. En este caso, prepararemos un milhojas que puede servirse como plato principal o como guarnición.
Ingredientes:
Mandioca pelada 1 kilo
Huevos 3
Crema de leche 250cm3
Queso rallado 300grs.
Sal / Pimienta
Condimentos a gusto. En la de la foto usamos nuez moscada y ajo en polvo.

 

Procedimiento:
Primero debemos pelar la mandioca. Como su cáscara es bastante dura, no hay que hacerlo con un pelapapas sino con un cuchillo, que debe estar afilado para hacer la tarea más fácil y evitar lastimarnos.
Primero le cortamos las puntas, luego la trozamos en pedazos de aproximadamente 10 centímetros y recién ahí les quitamos la cáscara. Es importante que quede bien pelada y lavada (ver foto anterior). El siguiente paso será hervirla durante 10 minutos para darle una precocción que la tiernice y nos facilite el corte en láminas.
Mientras hierve la mandioca preparamos el ligue. Batimos los huevos con la crema de leche, sal, pimienta y los condimentos entre 3 y 5 minutos. Cuando adquirió la consistencia necesaria (cremosa y con un poco de aire), reservamos.
Una vez que pasaron los 10 minutos de hervor, retiramos la mandioca del agua, la colamos y la dejamos entibiar. La consistencia que buscamos es blanda pero que no se deshaga ni esté cruda en el interior. Una vez que ya podemos manipularla sin quemarnos, la cortamos en láminas finas.
Armado:
Intercalamos capas de láminas de mandioca con capas de ligue hasta completar la fuente previamente enmantecada o aceitada. Colocamos el queso en la superficie para gratinar y llevamos a horno medio durante 25 minutos. Puede ser un plato o una guarnición y dura en la heladera 3 0 4 días. Decoramos con perejil o ciboulette.
Recetips:
Si te sobraron láminas de mandioca metelas en un boul, agregale un chorrito de aceite (el que tengas), alguna hierva, sal, mezclá con las manos hasta que queden todas impregnadas con la mezcla y doralas vuelta y vuelta en sartén o chapa a fuego medio. Sirve como snack.
Otra opción es preparar una mezcla de dos cucharadas de harina de garbanzo + 6 cucharadas de agua + condimentos a gusto (sugerencias: comino, curry, orégano), pasar las láminas por la mezcla y cocinarlas en placa aceitada para horno durante 15 minutos. Sirve como guarnición.
La mandioca y nuestro organismo:
Es fuente de carbohidratos y proteínas de origen vegetal
No aporta grasas
Contiene minerales: Calcio, Magnesio, Fósforo, Hierro, Potasio
Vitaminas: A, C, B2, B3, B6 y B9 (ácido fólico)
Genera saciedad y fácil de digerir
Es libre de gluten
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