3 años de prisión por instalar una cámara en la casa de su ex

El hecho ocurrió en Santa Fe, el acosador no solo instaló la cámara en la puerta de la casa de la víctima sino que además hackeó sus redes.

Un hombre de 53 años fue condenado a tres años de prisión en suspenso por delitos cometidos en contexto de violencia de género.

El hecho ocurrió en la provincia de Santa Fe y entre las acciones violentas, había instalado una cámara frente a la casa de su ex pareja para vigilarla. Además de contratar servicios para hackear sus redes sociales. 

En el juicio, la jueza Susana Luna ordenó, que además Rodolfo Domingo Mastrángelo se someta a normas de conducta que garanticen la seguridad de la víctima.

Es por ello que no podrá acercarse a menos de 500 metros, ni tener contacto con ella o con su entorno. También deberá iniciar «un tratamiento de reeducación emocional«, tanto de manera privada con un profesional como en talleres gratuitos del municipio.

Fue la Fiscalía, la que durante el juicio demostró que Mastrángelo había instalado en la vía pública una cámara de vigilancia con la que monitoreaban a su ex pareja. El dispositivo fue decomisado después de que el hombre asumió su responsabilidad penal.

Asimismo, admitió que desde un perfil de Facebook solicitó servicios de hackeo para intervenir las redes de la víctima. Ignorando absolutamente el derecho a la privacidad de la mujer en cuestión.

Persecución, acoso y hostigamiento

La resolución judicial indicó que el ahora condenado llevó a cabo accionares de persecución, acoso y hostigamiento. Además aclara que todas las acciones estaban expresamente prohibidas en una orden judicial anterior que impedía el contacto con la víctima por cualquier medio.

Mastrángelo acosó a su ex pareja por medios telefónicos, tecnológicos y electrónicos. La violentó físicamente, golpeándole la cabeza y diferentes partes del cuerpo y la amenazó de muerte en reiteradas oportunidades. 

Por esas acciones fue condenado como autor de los delitos de lesiones leves dolosas agravadas por el vínculo, amenazas simples y desobediencia de mandato judicial.

Este caso es fundamental para identificar que tipos de accionares son sumamente violentos, y que exceden (aunque en este caso, no) la violencia física.

La violencia de género es mucho más amplia de los accionares que conocemos y repudiamos, seguramente existen muchos Mastrángelos violentando la privacidad de sus ex parejas o víctimas. Tener una condena real, deja precedentes y demuestra que es imprescindible denunciar estos tipos de acoso. 

 

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