Un hombre fue detenido por disturbios y lo encontraron muerto en la celda

Jonathan Romo había sido detenido en La Falda y según la autopsia murió por asfixia mecánica. Hasta el momento hay cuatro policías imputados por homicidio y abuso de sus funciones.

En los últimos días, un doloroso crimen conmocionó a la ciudad de La Falda, en Córdoba. Un hombre fue asesinado en una comisaría y, por el hecho, quedaron seis policías detenidos. La víctima, identificada como Jonathan Romo, apareció sin vida el domingo en esa localidad.

El fiscal del caso dijo que se trató de un homicidio y confirmó que el hombre sufrió asfixia mecánica.

Hay cuatro suboficiales imputados por homicidio y por abuso de sus funciones. Además, otros dos acusados por encubrimiento.

En este sentido, el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires desplazó de la fuerza a tres altos comisarios y, en paralelo, el Tribunal de Conducta de las Fuerzas de Seguridad ya puso en situación pasiva a seis uniformados que se desempeñaban en la dependencia cuando sucedió todo.

Por orden del ministro de Seguridad, Alfonso Mosquera, fueron desplazados el director de la Unidad Regional Departamental Punilla Norte, comisario inspector Diego Alejandro Bracamonte; el director general de Recursos Humanos y Entrenamiento de la Policía, comisario general Julio César Faría y el director de Entrenamiento Profesional Permanente, comisario inspector Marcos Germán Manrique.

Mientras Bracamonte fue desplazado de sus funciones, Faría y Manrique fueron pasados a “retiro obligatorio”, es decir, enviados a sus hogares.

El caso que terminó con la vida de Jonathan Romo

La persona fallecida es Jonathan Romo, un hombre de 34 años que vivía en La Falda con su familia. El caso se inició el domingo, cuando Romo sufrió una crisis en una despensa de La Falda. Según testigos, se tornó violento y rompió una botella.

En esas circunstancias, mantuvo una fuerte discusión con otras personas y todo se trasladó a un predio cercano, donde volaron cascotes.

Tras varios llamados al 911, acudieron patrulleros y unos policías lograron controlarlo para luego trasladarlo a la comisaría de La Falda.

Esa misma noche, mientras era requisado en un vestíbulo y “se le quitaban elementos como cordones”, Romo se descompuso.

Al rato acudió un servicio de emergencia y el cuerpo médico constató la muerte. Se habían intentado maniobras de reanimación que fueron insuficientes.

La noche del domingo, la fiscal Paula Kelm llegó a la dependencia y ordenó las primeras medidas. Como salió de vacaciones, la instrucción recayó en su par, Raúl Ramírez.

Causa abierta

En el marco de la investigación judicial se ordenaron peritajes y testimoniales, además del secuestro de libro de guardia y de celulares.

El diagnóstico de la autopsia descarta una broncoaspiración y sostiene que murió por asfixia mecánica. En general, la asfixia mecánica se asocia a una muerte violenta, ya sea un suicidio o un homicidio.

El abogado que representa a la familia de Romo, Luis Galli, confirmó a la agencia de noticias Télam que la operación de autopsia confirmó las sospechas de los familiares de que lo habrían matado los policías que lo detuvieron.

El letrado afirmó que Romo ya había vivido una situación similar en diciembre pasado, cuando debió ser hospitalizado.

«La causa sigue en investigación, pero hemos instaurado que aquí no hubo una buena praxis policial ni se usó ningún protocolo. Se lo trató al chico como un delincuente y se lo castigó tremendamente», dijo el abogado.

«No se lo dejó respirar, encima que se encontraba en medio de una crisis psicótica», reclamó Galli, quien agregó que en diciembre del año pasado, Romo sufrió un hecho similar, cuando fue esposado por cinco policías que lo tiraron al piso, le pegaron y le perforaron un riñón.

 

Con información de Telam
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