UN GRITO NECESARIO

A horas de realizarse una nueva marcha de #NiunaMenos, en Córdoba fue encontrado el cuerpo de Ana Rosa Barrera, de 46 años, mamá de cuatro hijos. El marido había denunciado el domingo pasado su desaparición. Días después confesó el femicidio.

Esta semana la Corte Suprema de Justicia presentó el nuevo informe sobre datos estadísticos de femicidios en Argentina del año 2016 y de acuerdo a la información brindada por los poderes judiciales de todo el país, hubo 254 víctimas; viéndose un aumento considerable en relación al 2015. En lo que va del 2017, hubo 133 femicidios en todo el país, en casi el 80% de los casos, el agresor pertenecía al círculo íntimo de la mujer, el 20% presentaba denuncias previas y un 10% poseía alguna protección judicial. De esta manera podemos dar cuenta que cada día muere una mujer por el simple hecho de ser mujer.

Pasaron dos años de aquellas trescientas mil mujeres que se manifestaron frente al Congreso de la Nación para visibilizar la violencia machista y pedir soluciones al Estado.

La lucha contra el patriarcado lleva años, podemos remontarnos a la época de la Revolución Francesa cuando miles de mujeres pedían a gritos y con protestas tener los mismos derechos que los hombres. En la actualidad, la visibilización de la violencia machista, de la cotidiana, de la que a penas los medios de comunicación hacen eco a través de los femicidios hizo que las mujeres comenzaran a desnaturalizar el acoso callejero, la ausencia del Estado al momento de hacer una denuncia, la desigualdad laboral marcada por la brecha salarial entre hombres y mujeres, la violencia obstétrica, la simbólica.

Este sábado 3 de junio a las 16 hs volvemos a encontrarnos porque el Estado sigue sin escucharnos. Porque vamos a exigir la protección de la víctima y la necesidad de políticas públicas que sean efectivas frente a la violencia de género.

Las mujeres que se encuentran injustamente privadas de la libertad, como Milagro Sala e Higui, condenada por defenderse de un ataque sexual, son otro ejemplo de violencia de género, una muestra de que los poderes del Estado son atravesados por la cultura patriarcal.

La violencia de género atraviesa a toda nuestra sociedad. Marca nuestros días. El femicidio es sólo su cara más cruel. Es una problemática que debe ser erradicada por parte del Estado ¿Pero cómo pedir a un Estado ausente que erradique su propia violencia?

 

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