Durante el día de ayer se realizó la primer Marcha de la Gorra en la Ciudad de Buenos Aires. Bajo la consigna “Cuando la gorra crece nuestros derechos desaparecen” miles de pibes y pibas se movilizaron para visibilizar un problemática que está presente: cada 25 horas un pibe muere baleado por fuerzas de seguridad.
La columna que avanzaba por Avenida de Mayo tenía en su frente una larga bandera con esa consigna y entre quienes la sostenían se encontraban, Nora Cortiñas, Taty Almeida y Laura Conte (Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora); las de Mónica Alegre, mamá de Luciano Arruga; las de Eugenia Vázquez, hermana de Andrea Viera; las de Claudia Cesaroni, integrante de la red #ArgentinaNoalaBaja y el Cepoc; las de Elizabeth Gómez Alcorta, abogada de Milagro Sala y Facundo Jones Huala. El reclamo era uno solo: decirle basta a la violencia policial que año tras años deja nuevos pibes y pibas como víctimas.
Esta marcha fue la primera llevada a cabo en la Ciudad de Buenos Aires, pese a que tiene su origen en la provincia de Córdoba en 2007, lugar donde este año tuvo su edición número 11. Además se replicó en Mar del Plata, Tandil, Río Cuarto, Villa María, Mina Clavero, Catamarca; hoy se realiza en La Plata, y mañana en Sierras Chicas, Córdoba.
En el escenario que se encontraba frente a Plaza Congreso, Taty Almeida diferenció: una gorra es la de la policía y las fuerzas de seguridad, y como contraste, está “la gorra de los pibes”. Este símbolo utilizado muchas veces como prueba delictiva, al igual que su ropa y su barrio, fue el estandarte de una columna repleta de jóvenes que pidió un freno al gatillo fácil y la persecución a los jóvenes