En el primer partido correspondiente a la final de la Recopa Sudamericana entre Independiente y Gremio el encuentro finalizó empatado en uno, y todo se definirá la semana que viene en Porto Alegre.
El partido se disputó en el Libertadores de América, con un estadio colmado por los hinchas del rojo para apoyar al conjunto dirigido por Ariel Holan, que buscaba obtener una victoria para ir con mayor tranquilidad a Brasil para definir el campeón. Sin embargo, El Rojo no pudo obtener la victoria y se conformó con un empate pero por las diversas situaciones del partido no es un mal resultado, teniendo en cuenta que el gol de visitante no vale doble.
Los primeros minutos del encuentro fueron muy parejos pero con un mejor trato de la pelota por parte del local, que intentaba con mayor versatilidad llegar al arco rival. Sin embargo, el conjunto brasileño pego primero en el minuto 22 de juego a partir de una mala salida de Amoberieta que entregó un pase corto que intercepto Luan, escapándose al arco defendido por Campaña, que poco pudo hacer ante la definición precisa del delantero para poner la ventaja del conjunto visitante. No obstante, El Rojo siguió intentando hacerle daño al arco rival pero las cosas empeoraron ante la irresponsabilidad de Gigliotti, que en un salto con Kanemman le proporcionó un codazo terrible. Esta jugada llevó a que el arbitro en primera instancia le sacara la amarilla al delantero pero al verificar el VAR revisó la jugada y cambió la decisión por la roja, dejando al rojo con uno menos de los 28 minutos del primer tiempo.
Si algo ha mostrado el conjunto de Ariel Holan es su personalidad y carácter para sobrepasar situaciones difíciles, y esta no fue la excepción. A partir de una pelota parada, sólo cinco minutos después, Independiente logró empatar el partido tras una muy buena ejecución de Gaibor y un desvío en Bruno Cortez. Un resultado justo teniendo en cuenta las intenciones de cada equipo.
En el segundo tiempo El Rojo fue superior a su rival y no se notaba el hombre de menos. El conjunto visitante esperaba para salir rápido de contra. El encuentro se volvió de ida y vuelta con varias situaciones de peligro para ambos conjuntos, convirtiéndolo en un partidazo y una grandísima final. La labor del árbitro Zambrano fue pésimo, ya que calentó el partido a partir de malas decisiones, cobró faltas inexistentes, omitió otras y en la mayoría de las divididas eran en contra de Independiente.
A partir de su juego y sobre todo el carácter que mostró a lo largo de los 90 minutos para sobreponerse a jugar la mayoría del encuentro con un hombre menos y el resultado adverso, Independiente mostró la capacidad que tiene para defender y quedarse nuevamente con el título en tierras brasileras.