Desde los últimos años los hospitales públicos atraviesan una situación de deterioro y desinversión por parte del Estado. Desde #ElNumeral recorrimos el Hospital Fiorito para conocer desde adentro cuales son las principales problemáticas que presenta.Conversamos con Aníbal Aristizábal, presidente de la seccional del Hospital Fiorito de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP) y médico del hospital. Él trabaja hace diez años, primero como residente y hoy cumple funciones como medico de planta: «El hospital se ve cada vez peor».
El creciente aumento de la salud privada, la falta de presencia del Estado y la migración de los profesionales de la salud pública tuvo sus consecuencias. Las diferencias salariales son un problema, ya que hoy en día «un médico profesional en el sector privado gana por 36 horas de trabajo un monto superior a los 50 mil pesos, mientras que un ingresante en el sector público gana cerca de los 20 mil pesos.»
Esto trae aparejado una despoblación de los hospitales públicos y es ahí donde surge el interrogante de que políticas públicas deberían implementarse para cubrir la falta de personal en los hospitales. «La gobernadora hizo una conferencia hablando de como iba a fortalecer el primer nivel de atención y uno se pregunta ¿como va a hacer eso?. La respuesta es con trabajo basura, con monotributo y sin aportes al IPS. Yo no sé si María Eugenia Vidal sabe que un médico comunitario está ganando 10 mil pesos por 20 horas de trabajo, es ridícula esa suma de dinero», sostiene Aníbal.
«Entonces continuamente es <<dejame ver si tengo>> y así tenes el servicio de pediatría que hoy está integrado por nueve profesionales en total, la neo son solo cuatro personas y de a poco se va perdiendo todo y no se repone nada. En esa medida la lógica es ramal que para, ramal que cierra», asegura. A fines de diciembre del 2015 se anunció el cierre del sector de neonatología y desde los diferentes sindicatos comenzaron a realizar actividades con el fin de impedir esta medida impulsada desde el gobierno provincial.
Según Anibal, estos problemas se han reagudizado en los últimos años dado que «estamos hablando de un gobierno que viene a hacer una transferencia de recursos brutal de los sectores populares a los sectores más privilegiados de la sociedad. Entonces en ese sentido el hospital público sufre y sufre los pacientes. Hay una profundización de la tendencia negativa que se venía arrastrando.»
Si bien la gobernadora presentó un proyecto de salud integral que apuntó a la creación del SAME provincial y a la reparación de las guardias, estas medidas no llegan a cubrir las necesidades hospitalarias que se presentan. En el caso del Hospital Fiorito, se reformó el sector de la guardia y se le colocó aire acondicionado central y una pantalla de triage pero el problema es que sólo hay un enfermero y un administrativo que trabaja las 24 horas. A esto se suma que las internaciones están vacías, que hay menos camas y, por ejemplo, en el Fiorito se puede encontrar un sólo hematólogo y que no hay reumatólogo: «En la guardia deberías tener por lo menos tres turnos de enfermeros y tres administrativos, es todo atarlo con alambre. Intentan poner medidas de impacto que tienen que ver con reformas estructurales estéticas cuando no modifican el problema de los salarios, el problema de la falta de personal, y la falta de insumos.»
Las paritarias se encuentran vencidas desde diciembre pasado y recién la semana pasada mantuvieron el primer encuentro informal. Desde CICOP se llevan a cabo distintas medidas de lucha con el objetivo de visibilizar la situación y explicarle a los pacientes el difícil momento que atraviesan: «Hay muchos compañeros del equipo de salud que, golpeados por la gestión de Scioli, dijeron <<yo voy por el cambio>> y hoy están defraudados. Es una situación que es peor a la que veníamos viviendo y encima hay cero diálogo».
Por su parte, el director del hospital al ser designado por el Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires intentan frenar las demandas que se presentan sin dar respuesta a los reclamos, dado que defienden los intereses del gobierno provincial y la situación de crisis que atraviesa la salud pública crece día a día perjudicando directamente a toda la población.