El mes pasado inauguraron su sede en la calle Hipólito Yrigoyen 355 y ya son 100 comercios que forman parte de este espacio: «Somos pequeños, no hay empresas internacionales. Nuestra premisa es que el cliente compra en el barrio y la plata vuelve al barrio. Eso nos hace fuertes y nos trata de unir en tiempo de crisis»
¿Cómo surgió el proyecto para armar este espacio?
Entre los comerciantes siempre estamos hablando, teníamos alguna afiliación gremial y nunca podíamos encontrar una veta como para organizarnos. A partir de la creación de la Subsecretaría de Comercio de Avellaneda en junio de 2015. Eso le dio el impulso y a través de un relevamiento que se hizo, nos acercamos. Además, justo se dieron los primeros tarifazos y la presentación de amparos judiciales, entonces una cosa era presentar amparos individuales y otra hacerla junto a 50 comercios. Desde ese momento empezamos a trabajar de forma organizada con la Subsecretaría de Comercio.
¿Cuáles son las tareas que realizan desde la cámara?
Mira, por ejemplo, la subsecretaría lanzó la tarjeta de beneficios Somos A. Entonces nosotros tratamos de distribuirlo y que el vecino la tenga. Esa tarjeta permite que los vecinos puedan elegir entre distintos comercios con descuentos que son parte de la cámara. A su vez, hemos hecho sorteos y hasta llegamos a pintar una escuela, tratamos de tener esa consciencia.
¿Como ven el resultado de ese trabajo?
A veces hay compañeros más ansiosos y otros relegan un poco más de tiempo. Uno trata de mediar pero creo que estamos marchando muy bien, hay que contemplar el contexto también.
¿Como analizan ustedes este contexto?
En principio no somos optimistas con la situación del país porque esto va más allá de los nombres. El tema es la estrategia política y el horizonte al cual se apunta, yo no soy optimista. Entre el grupo de comerciantes sabemos que la suba del dólar no beneficia a nadie, trae desfinanciamiento. Salgamos cualquiera de nosotros y que se fije que comercio está mejorando su local o está pidiendo personal, no hay. Estas son pequeñas cosas que nos dicen a nosotros como está la situación.
La última estadística la hicimos hace algunos meses atrás y habían dado 60 locales que han cerrado en Avellaneda pero es más allá de los números. El mostrador es un termómetro excelente para evaluar la situación del país.
A veces nuestro rol es de contención para dentro también. El otro día a un comercio le cortaron la luz tres días y a otro le vino $6000 de luz. La solución lleva tiempo.
¿Tienen vínculo con espacios en otros distritos?
Nuestra idea es expandirnos. Tenemos pensado reunirnos con otras cámaras, hicimos algunos acercamientos con la cámara de kioskeros pero estamos cerca de firmar otros acuerdos con sindicatos. Todo esto genera para adentro una actividad que promete consumo y más trabajo.
¿Cómo ves la situación de cara a las elecciones del próximo año?
Acá la mayoría de la gente que viene se queja, te dice que la pasa mal. Obvio que después está la lectura que cada uno hace pero la situación está mal, sin lugar a dudas.