El proyecto fue presentado hace un año por la diputada bonearense por la tercera sección electoral Karina Nazabal, quien además se desempeña como secretaria de Género, Niñez y Adolescencia en la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires. Esta medida se impulsa a partir del reclamo de organizaciones de Derechos Humanos, y contó con el apoyo de distintos bloques legislativos de ambas cámaras, de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas del Ministerio Publico Fiscal, y de la Subsecretaria de Justicia de la provincia de Buenos Aires.
Luego de la aprobación, Nazabal declaro a la prensa que “esta ley viene a dar respuesta a miles de mujeres, travestis y mujeres trans que desde hace muchos años no hacen más que exigirle al Estado que cumpla con lo que declaró en 1936, que Argentina es un país abolicionista de la prostitución”, y afirmo: “Decir que nuestro país es abolicionista, implica que no se penaliza el ejercicio de la prostitución, sino la explotación de la prostitución ajena; por lo tanto, es una contradicción que al día de hoy sigan vigentes los códigos contravencionales que criminalizan a las mujeres y travestis”.
En un comunicado al respecto, el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberacion (MAL), Mujeres Trans Argentinas (MTA), Conurbanos por la Diversidad, 100% Diversidad y Derechos, y la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) remarcaron que la normativa sin efecto establecía arresto de 5 a 30 días y una sanción económica, y celebraron la sanción señalando que el articulo 68 generaba “mayor vulneración contra quienes hoy siguen siendo reprimidas por la policía a la vez que son víctimas del sistema prostituyente”.A su vez, sostienen que el ejercicio de la prostitución no debe ser penalizado a menos que no haya sido elegido, y si la explotación de la prostitución ajena: “la represión, la coerción policial y el proxenetismo le han dado marco a la violencia, a la trata de personas, y a la muerte de centenares de niñas, adolescentes, mujeres y mujeres trans que se encontraron bajo la criminalización del patriarcado, la exclusión y la desigualdad social”.
Finalmente, se destaca y se recuerda la incansable lucha por la derogación de todos los Códigos Contravencionales que durante tantos años llevaron adelante militantes y organizaciones de mujeres, de mujeres trans y de derechos humanos, quienes sufrieron en carne propia la ilegal aplicación de dichos códigos que no sólo reprimían las identidades trans sino que encarcelaban y encarcelan a todas las que ejercen la prostitución.