La conmoción popular, el hartazgo social y el poder del movimiento de mujeres atravesaron cada rincón de nuestros espacios públicos. Los y las estudiantes de todo el país han hecho vibrar las plazas y los puntos centrales de su país; todas las líneas del subte fueron intervenidas durante el mediodía de hoy en el marco de lo que llamaron #OperaciónAraña. En Congreso, el último martes verde previo al 8 de agosto, hizo vibrar con música, poesía y un pañuelazo.
El #estudiantazo constó de dos consignas claves: implementación efectiva de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) y la legislación del aborto seguro y gratuito que consta con media sanción por parte de la Cámara de Diputados. El conurbano bonaerense, las provincias de norte a sur y la Capital Federal fueron parte de este enorme tejido. Se desarrollaron debates, expresiones artísticas y pañuelazos para concluir cada actividad. Si hay algo que la juventud demostró durante todo el debate es la fuerza y el valor por proteger y defender sus derechos con valentía y convicción.
A medida que avanzaba la última audiencia pública en el Senado, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito desarrolló el último martes verde con actividades, música, poesía y gran participación de varias organizaciones y personas que se acercaron a dar el último grito antes de la próxima concentración que se estima será masiva. En su participación dentro del debate, quienes están al frente de la Campaña entregaron a senadores y senadoras miles de firmas y cartas en apoyo a la legislación. Mientras adentro el debate constaba de voces a favor y voces en contra, afuera la esperanza no se negocia.
Otra actividad simbólica fue la intervención en todas las líneas de subte en horas del mediodía. Entre ellas: carteles, performance, telas verdes y mensajes en alusión a los derechos individuales, a la salud pública, educación sexual y anticonceptivos. Ayer los colectivos Ni Una Menos, la Campaña y las Metrodelagadas del subte lanzaron una convocatoria en sus redes sociales en la que se leyó: «convocamos a un enorme arco de organizaciones populares para la acción llamada #OperaciónAraña en la que tramamos la ciudad desde los conflictos sociales que atraviesan las vidas de las mujeres y de todas las personas con capacidad de gestar, teniendo como centro urgente la legalización del aborto».
Cada día línea de subte abarcó una temática diferente bajo el lema «la tierra tiembla desde abajo».
«La línea A pone en escena la demanda por el aborto desde la perspectiva de los derechos humanos exigiendo el derecho a decidir por nuestros cuerpos»
«En la línea B decimos que #LaMaternidadSeráDeseadaONoSeráporque #NosMueveElDeseo.»
«La línea C pone en juego el aborto desde una autonomía que se sostiene en lazos comunitarios: para poder decir NO cuando lo decidimos y para afirmarnos en cuidados colectivos que son los que nos enseñaron a tejer una genealogía de mujeres que en su tiempo y en diferentes territorios rompieron el mandato de ser envases reproductivos para transmitirnos formas de vida colectiva. No reclamamos la autonomía del individuo separado, sino una autonomía para desplegar un deseo común.»
«La línea D exige Educación Sexual Integral para descubrir, anticonceptivos para disfrutar, aborto legal para decidir en libertad y para hacer un mundo habitable para todes.»
«La línea E exige información para decidir contra la desinformación opresiva.»
«La línea H expone el tema del aborto como cuestión de salud pública. La discusión no es aborto sí o no, como cuestión moral y religiosa,sino aborto clandestino o aborto legal, seguro y gratuito. El aborto seguro es salud, las muertas por el aborto clandestino son femicidios del Estado.»
Quedan menos de diez días para que se vote por sí o por no la ley de interrupción voluntaria del embarazo que se sostiene con el anhelo de que sea una práctica segura, gratuita y legal. Mañana se firmará un dictamen y se espera que no haya cambios en el proyecto de ley aprobado en la Cámara de Diputados.
Conteo a favor y en contra: días claves para obtener la aprobación
Mientras hay quienes juegan a ser entes moralizadores y se oponen por convicciones propias y por aspectos relacionados a una cuestión religiosa, hay quienes aun se muestran en duda y pueden hacer historia. En Diputados, en horas de la madrugada, cuando el desaliento comenzaba a ser general, Sergio Ziliotto, diputado de la La Pampa por el PJ, adelantó a través de su cuenta de Twitter que, junto a Melina Delú y Ariel Rauschenberger, votarían a favor. Con media sanción adentro y con gran tensión en el Senado, la paridad entre los votos a favor y en contra no parece modificar. Hasta el momento la diferencia es mínima, pero sin confirmación alguna. Hay quienes afirman que el ‘no’, sin contundencia, lleva la cabeza. Otros tantos niegan tal afirmación y continúan trabajando para que el voto positivo sea posible.
Mientras el trabajo en las calles y en las redes para que los senadores y senadoras velen por los derechos de las mujeres y personas gestantes, el esfuerzo de quienes están a favor del aborto clandestino bajo el lema «salvemos las dos vidas» se ha extendido y magnificado a través de mentiras, mensajes de odio y actos que apelan a la violencia física.
Los días están contados y la historia aún no está escrita. Hasta el 8 de agosto las calles estarán teñidas de verde para que el grito de las que ya no tienen voz quede enormemente plasmado en una ley que resguarde el derecho a decidir y a vivir por hacerlo. Que la maternidad sea una opción, no una obligación.