Agosto de 2018 hasta el momento ha sido el peor mes desde que la alianza Cambiemos gobierna la nación: el encarecimiento del costo de vida, el miedo a perder el trabajo, un clima social cada vez más enfurecido con la acumulación de una sistemática aplicación de ajuste hacia los sectores menos favorecidos, la supeditación de las atribuciones políticas a los dictados de los organismos multilaterales de crédito y la feroz corrida bancaria provocada por la eyección del dólar con la cual el poder económico vapuleó al gobierno ha dejado cicatrices y rupturas importantes en el autodenominado “mejor equipo de los últimos 50 años”.
Luego de que el pasado viernes, el propio Jefe de Gabinete Marcos Peña negara cambios en el gabinete, durante el fin de semana el presidente Mauricio Macri -lejos de sus extensos periodos vacacionales- mantuvo reuniones en la quinta presidencial de Olivos con los integrantes del gabinete que derivaron en una serie de cambios abruptos que buscan evitar un colapso autoinfligido e incontenible que se aproxima y golpea las puertas de la Casa de Gobierno.
En un mensaje grabado que se esperaba a las 8:30 horas, que fue re programado para las 9 de la mañana y finalmente se emitió pasadas las 9:40 horas, el presidente dijo que el país enfrenta una “emergencia” en la cual vinculó factores externos -crisis en Turquía y Brasil, y la “pesada herencia”, pasando por los denominados “Cuadernos de la Corrupción” y su influencia negativa en la mirada de inversores externos, y anunció una serie de medidas que buscaran llevar el déficit fiscal a cero a fines de 2019 como oferta en la nueva negociación con el Fondo Monetario Internacional:.
Una de ellas es la creación de un impuesto a las importaciones por la emergencia económica, y pidió a quienes pueden hacer un mayor aporte “que hagan un aporte mayor”. Cerró este punto aduciendo que “sabemos que es impuesto malo, malísimo. Pero les tengo que pedir que entiendan que es una emergencia y necesitamos de su aporte” y que “no debemos gastar mas de lo que tenemos”.
La segunda medida implica un ajuste del Estado que se traduce en la reducción de más de la mitad de los ministerios al rango de secretarias: “dado este momento que viene por delante, he decidido compactar más este equipo”. En este aspecto, Macri no profundizó en demasía, lo cual contribuye a la gran confusión y preocupación generalizada de múltiples sectores por las versiones que parte de la prensa nacional y allegados al gobierno han hecho circular en la ultimas horas, que han sido el corolario de lo que el presidente definió como los “cinco meses más difíciles de su vida”.
Una de las pocas precisiones consiste en la separación de los vicejefes de gobierno Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, que ya no supervisaran la gestión de los ministerios, lo cual recortará poder y colaboración a Marcos Peña, quien a su vez ha sido confirmado como Jefe de Gabinete.
Durante el fin de semana corrieron muchos rumores sobre el posible cierre y degradación del Ministerio de Salud a secretaria. Si bien hasta el momento no hay mayores confirmaciones sobre el ajuste de las atribuciones del Estado que dispuso el presidente -lo cual se verá reflejado en las primeras horas del día de mañana en el Boletín Oficial-, se han encendido las alarmas ante la posibilidad de que esto suceda. La Federación Sindical de la Salud de la República Argentina, en representación de 30 mil profesionales de la salud de más de 600 hospitales públicos de todo el país manifestó su preocupación al respecto, asumiendo que una medida semejante sería posible por la serie de ajustes y recortes que el Gobierno Nacional viene aplicando a la salud pública.
Se aguarda mayores precisiones sobre los ministerios de Agroindustria, Trabajo, Ciencia y Tecnología, Cultura, Energía, Modernización, Medio Ambiente, Producción y Turismo, que han sido objeto de versiones que hasta el momento no han sido confirmadas, lo cual hace aumentar la incertidumbre de las y los trabajadores de dichas carteras.
En el cierre de su alocución, Macri -no sin antes retar a la sociedad por no aceptar el ajuste fiscal con antelación- anunció que los planes sociales tendrán un refuerzo en los meses de septiembre y diciembre, prometió garantizar alimentos para los comedores, y también se dará un mayor respaldo al programa Precios Cuidados, focalizando en la canasta básica: “sabemos que esta devaluación va a aumentar la pobreza y queremos estar ahí para los que están más expuestos” indicó.
Anuncio de ajuste adicional de Dujovne.
Una hora más tarde, el ratificado Ministro de Hacienda Nicolas Dujovne anunció un ajuste adicional de 6000 millones de dólares que regirá hasta el año 2020 como parte del plan de “emergencia” anunciado por el presidente. La mayor parte de esta carga la llevará el sector exportador, ya que con el nuevo impuesto el gobierno espera recaudar 2400 millones de dólares. El 30% de la meta saldrá de un drástico recorte a la obra pública. Finalmente, para llegar al déficit cero en 2019 y superávit primario en 2020, tal como anunció el ministro, el gobierno recortará los subsidios a la tarifa social y al transporte en las provincias.
“Es muy fácil pensar que quienes llevan adelante la economía son un grupo de sádicos, pero estamos tomando las medidas que creemos necesarias para que los argentinos podamos prosperar”.