El gobierno destinó $2.250 millones, casi 10% menos que los $2.439 millones de 2016.. Y eso sin descontar la inflación, porque en términos reales entre 2015 -último año de gestión de Cristina Fernández de Kirchner– y 2018 la caída alcanza el 60 por ciento.
Chequeado explicó que al consultarle sobre el tema a la Secretaría de Comunicación Pública señalaron que hay dos motivos que justifican este recorte. El primero «es la reducción del gasto del Estado en todos los rubros» y el segundo es que «había y hay un sobredimensionamiento del gasto en publicidad oficial y la idea es, progresivamente y sin dañar al mercado de medios, llegar a un monto razonable”.
La televisión abierta fue el soporte donde más se invirtió: 27% del gasto. Los soportes que le siguen son «prensa gráfica (19,5%), radio (16,6%), internet (sitios webs -9,3%- más redes sociales -5%-), señales de cable (13,3%) y vía pública (7,7%). Con porcentajes marginales se encuentran el cine y el sponsoreo de eventos. Se destaca que la TV de pago fue superada por internet por primera vez como destino de los fondos.»
La Jefatura de Gabinete de Ministros (JGM) aprobó en 2016 la Resolución 247, que establece cuatro criterios de auto-regulación para su distribución: «la cantidad de audiencia o alcance del medio; la pertinencia del mensaje con la plataforma y el lugar elegido para publicitar; la importancia de la coincidencia entre la cobertura geográfica de un medio con el público objetivo de una campaña; y la voluntad de una distribución federalista y que fomente la pluralidad de voces al destinar pauta a medios de organizaciones sociales, de pueblos originarios o de frontera y emisoras de baja potencia.», expone la nota.
Por último, el informe aclara que «en cuanto a los criterios de asignación, el “fomento a la pluralidad de voces” es el más incumplido de los dos “auditables”. Como ocurrió históricamente, la exclusión de los sin fines de lucro es una constante, a excepción en 2018 de Tiempo Argentino ($1,6 millones), Pares TV ($330 mil) o Barricada TV ($240 mil). Esos montos son similares a los recibidos por varias productoras de contenidos de periodistas reconocidos, de acuerdo con las cifras oficiales.»
Fuente: Chequeado