El informe difundido por el equipo de economistas de Economía UNDAV analiza la variación del salario mínimo en dólares a nivel regional, durante el último año, y apunta que Argentina quedó en el podio de los países que más perdieron su salario mínimo en dólares, sólo por detrás de Venezuela (-40%), aunque muy por delante de otros países latinoamericanos como Colombia (-7,1%), Brasil (-6,6%), Paraguay (-5,4%), Uruguay (-3,9%), Perú (-2,4%) y Chile (-0,8%)
En este marco, sólo Bolivia (+3%) y Ecuador (+2,1%) han conseguido elevar su salario mínimo en dólares en los últimos doce meses.
“El abrupto salto en el tipo de cambio del año pasado fue una consecuencia directa del modelo económico vigente a partir de diciembre de 2015 y no un mero impacto del cambio de contexto internacional”, evalúa el informe UNDAV, en este sentido.
Y subraya luego: “La apertura comercial irrestricta, la liberalización de la cuenta de capitales y un proceso de ‘recomposición’ desmedido en el cuadro tarifario de servicios públicos signan la mayor fuente de volatilidad nominal de los últimos años”. Asimismo, Argentina también es el segundo país donde más aumentó el tipo de cambio en el último mes, con un 8,9%, solo por detrás de Venezuela (81%): así, nuestro país relegó a Brasil donde solo se verificó un aumento del 3,6%, y a Chile (1,9%), entre otros.
Si evaluamos el periodo de gestión del Ejecutivo actual hasta la fecha las cifras son tajantes: el Salario Mínimo, Vital y Móvil, medido en dólares, cayó casi un 50%.
Es que desde fines de 2015 se observa un deterioro sistemático en esta variable, pasando de los U$S 580 de Salario Mínimo, Vital y Móvil a los U$S 297 actuales.
“El cierre del financiamiento internacional privado implicó la necesidad de acudir al FMI como única opción para evitar una cesación de pagos de la deuda pública. Esto derivó en el mayor desembolso del organismo multilateral de su historia. Pero el acceso a dicho financiamiento implica llevar adelante las condicionalidades típicas exigidas por el organismo: cepo monetario, aceleración de la reducción del gasto público y utilización de las divisas únicamente para el pago de la deuda”, explica el documento universitario, sobre el abrupto salto de tipo de cambio y la consecuente caída de los salarios en pesos.
Para luego remarcar que “el mayor afectado de este programa es mercado interno: la reducción del poder adquisitivo, asociada a la erosión del salario real, impacta negativamente sobre el consumo interno y la producción”. En una comparativa regional, Argentina pasó de la primera a la sexta posición en el ranking de salarios mínimos en dólares, durante los últimos tres años: cayó en relación a Uruguay, que queda en la primera posición (USD 457), Chile (USD 456), Ecuador (USD 394), Paraguay (USD 348) y Bolivia (USD 298).
Argentina entonces (con USD 297) quedó más cerca de países como Perú (USD 281), Colombia (USD 262) y Brasil (USD 261) en términos de salario mínimo.
En el fondo de la lista está Venezuela que, con el proceso de hiperinflación y la pérdida de referencia de un dólar oficial, se debió tomar un dólar paralelo que da un salario mínimo en dólares irrisorio debido al constante retraso en la actualización de dicha medida salarial.