El informe difundido por el equipo de economistas de Economía UNDAV analiza el aumento del costo de vida de los adultos mayores y apunta que la situación es “más crítica” para los jubilados “que para el promedio de trabajadores de ingresos fijos”.
En base a un relevamiento de precios de la canasta de consumo de los jubilados, el último año subió casi un 70% si se consideran los bienes y servicios más elementales, a los fines de satisfacer los requerimientos de vida básicos y fundamentales; la variación trepa al orden del 61% para el segmento medio; mientras que el incremento no fue menor al 58,3%, para el caso de la canasta más onerosa.
En este sentido, la canasta de consumo más básica aumentó a un costo superior a los $8.900 en marzo de este año, la canasta de costo medio subió a los $11.753, mientras que la canasta más dispendiosa se posiciona cerca de los $14.000, en promedio.
En este marco, si se analiza la variación de la canasta de consumo básico desde la asunción del Ejecutivo actual es posible vislumbrar un aumento de más de 180%, lo cual contrasta contra la suba del 110% en el haber jubilatorio mínimo para igual período, del 106,2% en el haber promedio y del 112,6% en la pensión promedio.
“La última reforma jubilatorio significó que las jubilaciones crecieran a un ritmo menor que la inflación, dejando a los jubilados ya en una clara situación de retroceso. Pero como la canasta de consumo de los adultos mayores aumentó más que la inflación, este sector social se ha visto notoriamente perjudicado por las políticas económicas aplicadas. En ese sentido, se han registrado casos de personas que tienen que optar que medicamentos tomar, porque no pueden comprar todos lo que necesitan, lo que exhibe lo delicado de la situación”, advierte el informe de la UNDAV.
Asimismo, la incidencia del gasto en consumo de los jubilados se incrementó notoriamente en los últimos años: aún en el caso del promedio de jubilados, que ganan alrededor de un 40% por sobre la mínima, el peso de la canasta de consumo ya supera un 80% de los haberes. y aún peor es la situación de quienes cobran la mínima, sobre quienes la incidencia ya supera holgadamente el 100% de lo que ganan mensualmente.
De esta manera, la canasta de consumo de los jubilados incrementó su peso sobre los haberes mínimos en más de 28 puntos, en los últimos tres años.
Fuente: Economía UNDAV