Los intereses de la deuda superaron los 88 mil millones de pesos en el primer bimestre de este año, con lo cual, ya equivalen a un importante porcentaje de lo presupuestado para diferentes áreas sensibles del Estado Nacional: 39% de lo asignados para Educación en todo el año; 59% de lo corresponde a Salud; 133% de lo destinado a protección social y 191% de lo que equivalente a Ciencia y Técnica.
“El 2019 es el año de convergencia acelerada hacia el equilibrio/superávit primario. La política fiscal avanza con un esquema en el que intentará reducir en términos reales el gasto público en una proporción mayor que lo que estará cayendo la recaudación también en paridad de poder de compra”, evalúa el documento universitario. En este sentido, en el primer bimestre de 2019 se pagó más de un millón de pesos por minuto, en concepto de intereses de la deuda pública contraída.
Por otra parte, es posible deducir que de cada $100 que se destinan al pago de la Asignación Universal por Hijo (AUH), ya se pagan $239 en calidad de intereses de la deuda pública. La inversión en prestaciones sociales se reducen en 7,5% en el primer bimestre, mientras que los gastos de funcionamiento del Estado bajan 3%, producto de los recortes en programas y el achique de la planta de personal.
Las jubilaciones y pensiones habían caído un 5,4% real durante el año pasado, mientras que las asignaciones familiares y por hijo decrecieron un 2,5% real: por todo esto, el promedio de prestaciones sociales muestran un descenso agregado del 5,4%. Asimismo, el ajuste sobre los subsidios económicos en el año pasado fue brutal: se redujo un 43,5% en términos reales aunque, paradójicamente, esto no redundó en un ahorro fiscal significativo, producto del desbarajuste cambiario, que incrementó el ticket del desequilibrio comercial para el segmento energético.
“Hasta el momento, en el primer bimestre de 2019, se ha conseguido un leve superávit primario que alcanza los $23.384 M. No obstante, los intereses de la deuda han crecido en un 137% y alcanzan los $88.328 M, con lo cual, el resultado financiero es negativo en $64.944 M. Ergo, el superávit primario debe multiplicarse de mínima por tres para poder alcanzar el equilibrio financiero. Se dice de mínima porque en el caso de que, como viene ocurriendo hasta ahora, los intereses de la deuda crezcan a un ritmo acelerado, el crecimiento del superávit primario deberá ser también mayor. De esta forma, es que el Estado deberá ajustar el Gasto Público aún más si quiere conseguir dicho resultado. Con lo cual, en este escenario, lo que se espera no es otra cosa que menos gasto, más recesión, menos recaudación, dificultades para conseguir aumentar el superávit primario, y así sucesivamente”, concluye el informe.