Argentina ha sido el país que más ha incrementado su nivel de riesgo país comparado con países de la región y con otros emergentes: alcanzó un crecimiento del 99,8% interanual, superando incluso a Turquía, con 43,7%; Venezuela, con 28,1%; Ucrania con 25,4%; y Sudáfrica con 25,2%.
Se observa además como dentro de la región los países no han sufrido el franco deterioro que sufrió Argentina: México apenas creció en un año un 9,4%; Uruguay, 5,6%; Colombia, 2,9%; Brasil y Panamá, ambos con 2%, y también hubo caídas en Perú y en Ecuador, -19% y -1,6%, respectivamente.
“Con una variabilidad muy significativa, tanto el dólar como la tasa de interés siguen siendo fuentes evidentes de inestabilidad. Así, el dólar sigue 115% arriba respecto de hace un año, mientras que la tasa de interés se duplicó, en igual período”, explica el informe elaborado por el equipo de economistas de Economía UNDAV, sobre las causas del incremento del riesgo país.
Y remarca: “Semejante grado de vulnerabilidad financiera deriva en un aumento del riesgo país. En abril, el indicador volvió a superar los 800 puntos y crece un 135% en relación a inicios de 2018”.
Esto se puede ver perfectamente en el índice de riesgo país de mercados emergentes que elabora el Banco de Inversión, JP Morgan, el cual para el caso argentino ha tenido un crecimiento desde enero de 2018 del 135% en abril de 2019, alcanzando los 815 puntos básicos.
Es decir, que la sobretasa que debe pagar argentina es de 8,15 puntos por encima de la tasa de los bonos norteamericanos y, teniendo en cuenta que tanto la FED como el Tesoro estadounidense están subiendo la tasa de interés por encima del 2%, implica que la deuda pública está pagando tasas por encima del 10% en dólares.
Esta sobretasa no sólo encarece la posibilidad del endeudamiento sino que produce un efecto negativo en las expectativas que ven cómo la economía doméstica está lejos del desempeño de años anteriores.
En este sentido, el riesgo país, que ya supera los 800 puntos, crece de manera exponencial: el promedio del mes de abril ya es el más alto de los últimos 5 años.
Otro de los temas fundamentales es el vertiginoso crecimiento del stock de Leliqs que ha otorgado tantas ganancias hasta el momento al sector financiero, tanto en pesos como en moneda dura.
La aceleración del crecimiento de este instrumento es tal que ya se renuevan un promedio de $200.000 millones por día, es decir, un 140% más que al inicio del régimen, lo cual suma presión sobre la hoja de balance del BCRA: en menos de siete meses, ya se devengaron intereses por $224.000 millones para los bancos.
En este sentido, el Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV calculó que los intereses en Leliq que se pagan a los bancos en una semana bien podrían equivaler al 74% del presupuesto anual del Conicet; al 128% del presupuesto anual de PROGRESAR; al 388% del lo asignado en devolución en IVA a jubilados; o al 482% del monto asignado a construcción de jardines.
“La economía argentina continúa su camino hacia un nuevo incremento de su fragilidad externa y financiera. La política de control de agregados monetarios por parte del Banco Central, acordada con el FMI y que produce una tasa de interés altísima, y de achicamiento del gasto público por parte del Ministerio de Hacienda, están significando un brutal ajuste tanto de la actividad económica interna como del sector público”, evalúan desde la Universidad Nacional de Avellaneda.
Este panorama favorece la especulación financiera: debido al riesgo de los activos argentinos, algunos bonos como el Bonar 2020 ya llegan a pagar 15% en dólares.
“Son niveles de rentabilidad propios de una economía al borde del default”, advierte el documento de la UNDAV: es por esto que los seguros contra el default de la deuda argentina (conocidos como CDS) también se dispararon en los últimos días, con una suba de casi 25% en tan solo un mes.