Por medio del decreto 259/2019 publicado en el Boletín Oficial, el gobierno nacional eliminó las denominadas listas colectoras y las candidaturas múltiples para las elecciones presidenciales del próximo 27 de octubre.
La resolución, que lleva la firma del presidente Mauricio Macri; del jefe de Gabinete, Marcos Peña; y del ministro del Interior, Obras Publicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, derogo el decreto 443/2011, dictado por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner en 2011.
Entre los fundamentos utilizados por el Ejecutivo se destaca que «la proliferación de las combinaciones de boletas, conocidas como ‘listas colectoras’, genera confusión en el electorado e inequidad entre los competidores» y que estas «conspiran contra la emisión de un voto informado y afecta seriamente la calidad del proceso electoral como un mecanismo eficaz de rendición de cuentas y de elección entre alternativas de gobierno.
A razón de esto, el gobierno manifestó que «resulta preciso delimitar claramente los alcances de la posibilidad de realizar adhesiones de boletas, armonizando el ordenamiento jurídico a los fines de evitar la confusión en el electorado y promoviendo la transparencia en los procesos electorales».
La resolución finaliza expresando que «corresponde establecer que las agrupaciones que no adhieran sus boletas para las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias no podrán adherir sus boletas definitivas en las elecciones generales».
Mas alla de toda justificación “diplomática” e institucionalista, la resolución afecta directamente las posibilidades de que los sectores del PJ y otras fuerzas afines confluyan en un escenario de unidad electoral en la Provincia de Buenos Aires.
Con una vapuleada imagen presidencial, las esperanzas de Cambiemos se centran en que Maria Eugenia Vidal pueda mantener la provincia más grande del país como herramienta para apuntalar la candidatura presidencial del oficialismo.
La oposición llevará el caso a la justicia, al considerar improcedente una modificación de esta índole y durante un año electoral, aunque Cambiemos se limito a derogar un decreto y no la ley electoral. Este será el principal argumento del oficialismo para boicotear cualquier marco de unidad opositora en Buenos Aires.