El presidente de Brasil firmó el pasado martes un decreto ejecutivo que flexibiliza las reglas para la portación, comercialización y posesión de armas para tiradores deportivos, cazadores, coleccionistas, camioneros, periodistas, agentes de tránsito, abogados y políticos elegidos para algún cargo público, entre otros. Además la orden autoriza la portación de armas por parte de residentes de áreas rurales.
Este decreto modifica la ley de posesión de armas sancionada en el año 2003 que planteaba el uso exclusivo de armas por parte de las fuerzas armadas y la policía. A partir de esta reforma, las armas cortas y que usan munición común pueden ser compradas y portadas por ciudadanos que posean licencia de portación.
El anuncio se dio en una ceremonia que contó con la presencia de varios legisladores oficialistas que aplaudieron la decisión del mandatario.
La presidencia emitió un comunicado en el que adelantó que permitirá a los coleccionistas, tiradores deportivos y cazadores, transitar con el arma cargada y adquirir hasta mil cartuchos por año, en lugar de los 50 que tenían permitidos hasta el momento.
Bolsonaro planteó que la nueva normativa garantizará «el derecho individual de que cada quien que quiera tener y portar un arma de fuego, lo pueda hacer».
Para conseguir la licencia de portación, los ciudadanos deberán aprobar varios requisitos entre los que se encuentran un curso de seguridad y una revisión psicológica.
La nueva normativa viene a complementar un decreto emitido en enero pasado que reduce las exigencias para la venta de arma a civiles, promesa que formó parte de la campaña que llevó a Bolsonaro a la presidencia.