En Argentina cada 24 horas hay un feminicidio. En los últimos siete días, dos mujeres murieron a causa de abortos inseguros y clandestinos. 1 de cada 3 niñas y 1 de cada tres niños es víctima de abuso sexual infantil. En Argentina gritar BASTA no alcanza cuando las políticas del Estado se alejan de la realidad social.
Los transfemicidios, la violencia sexual. Las víctimas de trata, las desapariciones: Johana Ramallo. Los casos sin resolver, los resueltos con impunidad patriarcal. La justicia cómplice, etiquetadora.
El presupuesto para mujeres víctimas de violencia machista, la Educación Sexual Integral sin implementar. La niñez estereotipada y violentada. El acoso callejero, el abuso de poder. Las cifras de abuso intrafamiliar.
La violencia simbólica en las redes, en los medios y las calles. La reproducción de un sinfín de prácticas que nos someten y nos impiden empoderarnos, ser dueñas de nuestra autonomía e independencia.
Caminar apuradas, con la cabeza gacha. Desear que aquel grupo en la calle no te diga nada y que la camioneta que viene atrás nuestro no nos quiera agarrar. Pedir por favor para que un hombre se ponga preservativo y agradecer que lo haga sin que insistas.
Preguntar: «¿Llegaste bien?» Cuando una amiga, novia o hermana se va. Llamar cuando los minutos pasan y no hay novedad. Movilizar ante la injusticia social y contra la violencia diaria, machista y criminal.
Gritar basta. Ni Una Menos en manos de un Estado ausente, de organismos incompetentes, de políticas insuficientes, de una sociedad en silencio.
Ni Una Menos. Como cada 3 de junio: en las calles, en las casas, en las camas, en los medios y en las redes. Por cuerpos libres y vidas sin miedo.