Entre las líneas imaginarias que delimitan el centro de Avellaneda y Villa Tranquila, (según el decir popular), existe una institución fundada en 1936 que, con sus vaivenes, respira hoy nuevamente la fragancia de la juventud: El Club Social y Cultural Bella Vista.
Apenas entras, en sus paredes puede verse un enorme mural que evoca hechos cotidianos, pintando campesinos e imágenes populares de los barrios. Sin exagerarlo, tiene unas dimensiones de más de 10 metros de altura y unos 10 de largo.
Desde #ElNumeral, entrevistamos a Yemina Paz, una de las personas que habita y coordina gran parte de las actividades del club. Esta crónica, sin embargo, se remonta a unos 5 años atrás.
Los comienzos
Fue en el 2013 cuando un grupo de jóvenes decidió recuperar la institución, que se encontraba cerrada desde hacía más de una década: “Se comenzó desde abajo, pintándolo y poniendo en valor la infraestructura. Empezaron a remodelar el quincho que había en la institución y lo transformaron en un aula y espacio de reunión. Además, cambiaron las ventanas, pintaron, lo pusieron en valor”, dice Yemina.
Durante estos 5 años se renovaron sus miembros, se realizaron carnavales, se festejaron días de la niñez, hubo diversos talleres y muchos festivales de diferentes estilos: “La idea siempre es que la gente vuelva a apropiarse del lugar y sobre todo que los vecinos salgan al barrio.”
En movimiento
La “gestión” que lleva hoy adelante Yemina comenzó el año pasado. Durante estos meses que transcurrieron, construyeron una agenda de actividades para la comunidad. Entre ellas, las clases de zumba, talleres de radio periodismo, una peluquería popular realizada por vecinas del barrio y clases de apoyo escolar: «El taller de apoyo escolar tiene mucha concurrencia, asisten niños y niñas de diversas edades, a los que les damos la merienda. Es un espacio en el cual incluso no damos abasto a veces con la convocatoria que tiene”.
Mientras conversamos con ella, se está por dar inicio al festejo por el Día de la Niñez en el gran salón que tienen. Apenas ingresamos, pudimos ver varios juegos, globos y regalos los chicos que vengan. La institución convocó a través de volantes que repartieron por el barrio.
Somos Cultura
La institución articula con otros espacios culturales de la ciudad y lejos de pensarse de manera aislada, Yemina nos dice que «como Club Social y Cultural Bella Vista pertenecemos a un colectivo de espacios culturales autogestivos que se llama <<Somos Cultura>>».
«Nuestra relación es muy hermanada, tenemos una programa en la radio comunitaria <<radio patas>> que se llama <somos sur>”. Esta emisión la lleva adelante otra de las integrantes del club junto a una integrante del espacio radial.
Yemina destaca la importancia de ser autogestivos y resalta que «todas las personas que participan de estos espacios lo hacen de forma ad honorem y con un profundo compromiso con la militancia cultural”.
En cuanto a las problemáticas y desafíos que afronta hoy en día la institución asegura que: “Ser autogestivos en épocas de neoliberalismo es complejo. Nosotros decimos que los espacios culturales brindan a la sociedad un espacio fundamental de la re-culturalización de las raíces de la Nación, de la Patria. Y sin embargo, estos lugares terminan saldando las demandas que el estado no puede solventar en estos contextos de crisis.”
Asimismo, nos contó que antes realizaban un “almacen popular”, donde vendían alimentos directo de sus productores a menores precios y que en los últimos meses los vecinos se acercaban directamente a pedirles comida. Por otro lado, otra problemática que los afectó fue el aumento de tarifas, principalmente de luz y agua.
La actividad del Día de la Niñez en el Bella Vista está por comenzar. Yemina nos dedicó unas últimas palabras antes de continuar con los preparativos y concluye: “El espacio está abierto a todo el barrio, siempre con el objetivo de que lo tomen como propio, es fundamental para nosotros. Está abierto para todo el que quiera dar una mano.