A menos de un mes de las elecciones nacionales, casi un millón y medio de mendocinos elegirán hoy en las urnas al nuevo gobernador en unos comicios polarizados entre el radical Rodolfo Suárez y la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti.
El resultado impactará a nivel nacional por la cercanía temporal con las presidenciales del 27 de octubre.
Si el oficialismo gana, será alentador para la Casa Rosada a fin de esperanzarse con la reelección del presidente Macri.
Sin embargo, un triunfo de la senadora nacional echaría por tierras las remotas chances del jefe de Estado y sería un espaldarazo para el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández.
En las primarias provinciales del pasado 9 de junio, el oficialismo se había impuesto con el 42,89%. A nivel interno, Suárez ganó como comodidad la candidatura y Fernández Sagasti tuvo una dura parada contra Alejandro Bermejo.
Suárez, actual intendente de la Ciudad de Mendoza, tiene como compañero de fórmula a su par de Junín, Mario Abed. En la recta final de la campaña buscó despegarse del panorama nacional, para que la crisis económica y la mala imagen de la Casa Rosada no complique sus chances de llegar a la Gobernación mendocina.
Con Macri lejos, el candidato oficialista subrayó que no es el postulante de «Cambiemos» sino de «Cambia Mendoza».
Un triunfo convertirá al saliente gobernador y presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, en figura preponderante a nivel nacional. En los comicios del 27 de octubre, buscará una banca en la Cámara de Diputados.
En contraposición, la actual senadora nacional intentó nacionalizar la campaña y se mostró recientemente con Alberto Fernández.
Fernández Sagasti está acompaña en la fórmula por el diputado provincial Jorge Tanús.
También estarán las boletas del Frente de Izquierda-Unidad, que propone como binomio a Noelia Barbeito y Soledad Sosa; y de Protectora, que tiene como candidatos a José Luis Ramón y Mario Nicolás Vadillo.
Según los datos oficiales, un total de 1.406.082 electores se encuentran habilitados para sufragar.