Luciano Arruga desapareció en 2009, once años atrás. Hace cinco, encontraron su cuerpo en el cementerio de La Chacarita. Según fuentes oficiales, lo ingresaron el 1 de febrero de 2009 al Hospital Santojanni, en Liniers, tras ser atropellado. Murió como un NN.
Su desaparición, por el empuje de la familia Arruga y organismos de derechos humanos, se caratuló como «desaparición forzada». La principal hipótesis apunta a la Policía Federal y a la práctica de coercitiva de captar jóvenes y obligarlos a delinquir. Por el delito señalaron a los subtenientes Daniel Vázquez y Oscar Fecter de Lomas de Zamora, los subcomisarios Néstor Díaz de Esteban Echeverría y Ariel Herrera de Morón y los oficiales Martín Monte de Pompeya y Damián Sotelo, José Márquez y Hernán Zeliz de Morón.
Para mediados de 2010, todos los policías fueron reincorporados a la fuerza, pero en distintas jurisdicciones. En 2015, el policia Torales fue condenado a 10 años de prisión por torturar a Luciano en 2008.
En una entrevista con Agencia de Noticias RedAcción, Paula Litvachky, a cargo del área de Justicia y seguridad del CELS, sostuvo: «Es una situación difícil y es una causa judicial difícil y muy trabada. Sobre todo por la pésima investigación, para ponerle un título que no hable del juez y las fiscales. Lo que pasó con la investigación en los primeros momentos de la desaparición de Luciano construyó las condiciones para la impunidad y para que todos estos años sea muy difícil”.
Marcha: 11 años sin justicia
Mañana se realizará una jornada para «exigir condena a los policías responsables y jury al juez y las fiscales cómplices». A las 17 hs se concentrará en Mosconi y Paz (Lomas del Mirador) y se proyectará «¿Quién mató a mi hermano?» en la Plaza Luciano Arruga.