Melisa es chiquita, morocha, tiene tan solo 33 años, pero parece que carga con una sabiduría ancestral. Siempre está. Transmite seguridad cuando hay que atender un caso o derivar algo. Nunca la escuché decir “no”. Si es por las mujeres ella responde. Su celular no cesa. Siempre intenta dar una solución. Como todas las militantes su vida se debate entre el equilibrio económico y la pasión por defender una lucha que parece no tener fin. En este camino le toca defender casos en la justicia, pero también proteger en las marchas. Así viven las feministas. Pensando en el siguiente paso, en que vida defenderá y cuanto de todo lo que nos dejaron de legado, lograremos romper. Es una de las fundadoras de Abofem, un grupo de abogades feministas. Es de las prescindibles. De las que dejará su huella en esta marea que no tiene fin.
Melisa García dice que desde que era adolescente quería poder contribuir a erradicar la injusticia que veía a su alrededor. “Siempre tuve muy clara que la injusticia y la desigualdad generan brechas sociales y familiares muy fuertes”. Eligió ser abogada como un camino para poder desandar lo que le preocupaba.
¿Por qué fuiste encauzando tu carrera a defender a las mujeres?
Mi recorrido profesional fue mutando siempre defendiendo a los más necesitades, comencé con trabajadores defendiendo sus derechos, a medida que fui acercándome a trabajar con perspectiva de Género y Violencias, mi caudal de casos se conformó con mujeres y diversidades. Entendiendo la vulneración y las asimetrías de poder como un gran conflicto que enfrentamos como sociedad.
¿Cómo nace Abofem?
Abofem, nace en Chile en mayo de 2018, luego del gran movimiento que hubo allí por la lucha de la despenalización del Aborto. Tomamos contacto con ellas, me quedé fascinada con su creación, y su unión. Fue mutuo porque ellas admiraban nuestra lucha y militancia. Cuando terminó esa reunión pensé hay que replicar y crear Abofem Argentina. Necesitamos que el derecho sea visto con un fin social, un espacio donde generar unidad en las abogadas, trabajando mancomunadamente para erradicar la violencia, somos mujeres y hemos sido vulneradas en los Juzgados, en los estudios Jurídicos.
¿Cuál es el objetivo de Abofem?
El objetivo es muy amplio, ponderamos la aplicación del derecho con perspectiva de género. Poniendo de manifiesto la necesidad de cambiar la mirada androcéntrica que tiene la profesión. Empoderar a las mujeres, disidencias y diversidades dotándolas de herramientas, y lo hacemos desde el lado académico, capacitaciones, asesoramiento jurídico integral e interdisciplinario y hacemos litigio estratégico. Generamos redes de contención e intercolectivamente para peticionar al Estado para general políticas públicas y modificaciones legislativas.
¿Cuáles son las trabas con las que se encuentran al querer defender a una mujer?
Las trabas más grandes es cuando el sistema no acompaña, ya sea por colapso, por falta de atención a la gravedad de las temáticas de violencia. Y la más difícil es cuando la Justicia no cuenta con perspectiva de género a pesar de que la Ley Micaela está vigente y es obligatoria.
¿Cuánto crees que contribuyeron los movimientos feministas a cambiar la realidad?
Considero que es muchísima la contribución de los movimientos feministas. Dan visibilidad y es un fenómeno y un cambio de paradigma que se viene dando desde el Movimiento Ni una menos, con todas las feministas que ya venían trabajando. Hoy más que un movimiento es un cambio de paradigma, es el feminismo en todas sus formas.
Si bien hay un cambio, ¿no crees que desde los puestos de decisión aún falta mucho?
Sin duda. Creo que el cambio se da en colocar en las esferas de decisión y del poder político a referentas del feminismo. Pero sí falta sostener desde los lugares de poder político la militancia. El Estado y la sociedad civil debemos trabajar conjuntamente.
¿Qué es el feminismo para vos?
El feminismo para mí… es una filosofía de vida, cuando te colocas los lentes de las perspectivas de género, te atraviesa tanto que el cambio de mirada atraviesa la vida entera, no solo la profesión. Soy mujer, con 33 años, nací en un sistema patriarcal, el binarismo era la regla, jugar en la plaza al fútbol era para varones, porque era varonera. Hoy formo parte de una generación en desconstrucción. Soy felizmente feminista.
¿Cuánto ocupa la militancia en tu vida?
Ocupa gran parte de mi vida. Crear campañas, sumar colegas, hacer crecer Abofem, articular con otras colectivas, pensar ideas son todos actos de militancia que me apasionan y a veces no me doy cuenta de que me lleva más tiempo del que imagino. Disfruto muchísimo. Es muy gratificante cuando logramos cambios colectivamente.
¿Qué necesitamos las mujeres para estar más protegidas?
Necesitamos estar más juntas, escucharnos más. No hace falta ser una profesional o experta en género para ayudar a una mujer en situación de violencia. Es brindar información, acompañar, pedir ayuda. ¡¡¡No estamos más solas!!!! Esa frase la grabé a fuego no solo para las abogadas que conforman a Abofem sino para cada consultante que nos escribe.
¿Qué medidas impulsan desde Abofem para este cambio de paradigma?
Impulsamos todo tipo de acción que genere un cambio de pasar de la vulneración y desprotección al empoderamiento por contar con herramientas para hacerlo. Asesoramos integralmente con psicólogas, hacemos seguimiento de esos casos y lo hacemos en forma gratuita. Patrocinamos causas armando redes entre espacios públicos y privados con estrategias y perspectiva de género. En este momento excepcional por el aislamiento obligatorio, lanzamos una campaña de Voluntariado para asistir a madres con hijes solas, para ayudarlas con sus compras de alimentos y medicamentos. También frente a los despidos masivos estamos brindando asesoramiento y contención vía email.
¿Cómo se conjuga la militancia, la vida y el poder generar ingresos?
Conjugar la militancia con la vida es saber que gran parte de lo que hacemos es sin fines de lucro. Muchas trabajamos de la profesión teniendo casos particulares, en mi caso aparte soy docente en una escuela para adultos y de esa forma trato de compatibilizar el seguir haciendo y poder vivir de mi trabajo. En Abofem hoy nos auto financiamos no contamos con apoyo económico. Es mucho amor y esfuerzo el que ponemos.
¿Por qué las mujeres somos las relegadas de la historia?
Somos las relegadas de la historia las mujeres particularmente porque históricamente el foco estuvo en el hombre, en la relevancia masculina como sinónimo de fuerza y poder. En contraposición la mujer como débil. Evidentemente de débiles no tenemos nada. Más el peso social y patriarcal que viene oprimiendo hace siglos. Las que militamos cada día no buscamos salir en los diarios, porque el motor está en la causa. Pero es un mimo al corazón cuando te piden y te preguntan de vos y le ponen cara a tanta pasión y esfuerzo.
¿Por qué cuesta tanto cambiar la mentalidad machista argentina?
Cuesta cambiar esa mentalidad porque está arraigada. Si bien esa forma patriarcal es global en cada país o en Latinoamérica tiene sesgos característicos. Considero que la gran dificultad está dada en el hecho de contar con privilegios que no perciben, pero a su vez temen perderlos.
¿Crees que podemos cambiar?
Sin duda. Lo estamos haciendo. Hay varones cis que están cuestionándose y planteándose nuevas masculinidades. El sistema Patriarcal también arrasa con ellos.
¿Cómo y por qué crees o no, que se debería involucrar toda la sociedad?
Claramente se debería involucrar todas las sociedades. En principio generando espacios de debate y reflexión. No es cuestión de dividir. La igualdad es algo que deberíamos poder gozar todes. Es un derecho humane, no deberíamos seguir viéndolo como un privilegio.