El frigorífico ubicado en Camino General Belgrano y Lamadrid se encuentra en conflicto con sus trabajadores, tras cerrar las puertas el 17 de marzo. Más de 250 trabajadores fueron despedidos sin recibir el pago correspondiente a marzo.
Ayer, en el Municipio de Quilmes, se realizó una reunión entre representantes de la Comuna, el Ministerio de Trabajo bonaerense y delegados y directivos del sindicato. Participó la intendenta, Mayra Mendoza y Miguel Funes, director Provincial de Delegaciones Regionales del Ministerio de Trabajo.
Según indican los trabajadores, hace dos semanas Ricardo Bruzzese no permite ingresar a la fábrica al personal y no abonó las 140 horas obligatorias por el convenio colectivo de trabajo. A ello se suma la decisión de no acatar la conciliación obligatoria solicitada por el gobierno.
En medio de una pandemia mundial, los trabajadores no reciben respuestas de la empresa y 250 familias se quedaron sin respuestas. Por ello, se acordó la insistencia con las presentaciones legales ante el Ministerio de Trabajo de la Nación y de Provincia y la pronta solución del conflicto.
Represión a los trabajadores
Durante la tarde del jueves, los conflictos tuvieron su atenuante con los incidentes en la planta tomada por los trabajadores. Parte de la policía se encontraba a 100 metros de la fábrica desviando el tránsito y cumpliendo con las ordenes del gobierno. Sin embargo, desde el interior comenzó la violencia.
Entre corridas y balas de goma, los trabajadores y trabajadoras solicitan el pago de marzo y la reincorporación. Al lugar se acercaron concejales quilmeños y desde el Municipio repudiaron todo hecho de violencia. «Nunca la violencia será una solución a los conflictos», aseguró Mayra Mendoza en su Twitter.