Para hacer frente a la pandemia las medidas de alivio propiciaron un récord de otorgamiento de créditos y préstamos a pequeñas y medianas empresas.
La pandemia global golpeó al país en medio de la emergencia económica y social desatada por una crisis de balance de pagos y de deuda que arrastra una recesión de más de dos años y niveles de inflación récord.
El modelo económico puesto en marcha desde el 10 de diciembre intenta dar un giro de 180 grados. Se fundamenta en priorizar el sector productivo para que redunde en una sociedad más equitativa desde lo económico y social.
Luego del cambio de gestión en el Banco Central, se comenzó con un proceso paulatino de reducción del nivel de la tasa de interés de referencia recibida de la gestión anterior. Esto con el fin de que el costo del dinero esté al servicio de la producción y no de la especulación.
Al cabo de un mes, al 16 de mayo ya se otorgaron $227.000 millones destinado para poco más de 114.200 empresas micro, pequeñas y medianas para el pago de salarios, la cobertura de cheques y la formación de capital de trabajo.
Con la irrupción de la pandemia del Coronavirus, desde el 20 de marzo el gobierno comenzó a acelerar las medidas fiscales y monetarias expansivas con la intención de salvaguardar tanto a las familias como al sistema productivo ante una de las mayores crisis globales que se tenga registro.
Al día de hoy, los montos aprobados y en proceso de aprobación a MiPyMes y a prestadoras de servicios de salud ascendían a $223.280 millones y los desembolsos a $183.870 millones alcanzando a 114.200 empresas.
Desde la génesis del gobierno frentista, la tasa empezó a bajar desde un exorbitante 63% al actual 38%, que si bien sigue siendo una tasa elevada, representa una caída de 22 puntos porcentuales y una reducción de casi el 40%.
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Fuente: Observatorio de Políticas Públicas UNDAV