Hoy se cumplen 18 años de aquel día que la crisis desató dos nuevas muertes, como diría el gran diario argentino. 18 años de las jornadas de lucha y revuelta, del crimen de Dario Santillán y Maximiliano Kosteki en manos de la Policía Bonaerense. Aquel día que la crisis depositó su furia en el crimen de militantes populares fue también llamado el día de la masacre de Avellaneda.
En el marco de un nuevo aniversario, compañeros y compañeras del MTD, familiares y amigues realizaron ayer y hoy jornadas para mantener vivo su recuerdo. Aunque, por el contexto de pandemia, la mayoría fueron ayer de manera remota, agrupaciones se trasladarán al Puente Pueyrredón cerca del mediodía. Según indicaron, se respetarán las medidas sanitarias para prevenir el contagio del COVID19.
Hoy desde las 10 de la mañana se hará una transmisión en vivo. A las 12.05, hora que comenzó la represión, se leerá un documento redactado por las organizaciones que participaron de la movilización del 26 de junio de 2002.
Sobre la movilización de esta mañana, el comunicado de las organizaciones al frente indica: «Será una movilización reducida, respetando la distancia social, pero denunciando que no es con cercos represivos ni con golpes y abusos. Las razones por las que cayeron Darío y Maxi están más presentes que nunca«. Saldrán a las 11 desde la Estación Santillán y Kosteki (Avellaneda) y movilizarán al Puente Pueyrredón.
26 de junio de 2002
Efectivos de la Policía Bonaerense asesinaron a Dario Santillán y Maximiliano Kosteki en medio de una movilización piquetera al Puente Pueyrredón. Ambos eran joven de 21 y 22 años que formaban parte de la organización Movimiento de Trabajadores Desocupados.
Un día como hoy, pero 18 años atrás el aparato del Estado, con complicidad de los medios de comunicación, tildaron la masacre de Avellaneda de un enfrentamiento entre iguales. De un hecho retórico de un contexto complejo. Hace 18 años «la crisis» dejó dos nuevas muertes, aunque con cara y nombre propio de un policía de la Bonaerense. Los responsables materiales, Fanchiotti y Acosta, fueron condenados a cadena perpetua. Sin embargo, los responsables políticos aún no sufrieron ningún tipo de condena.