Según el Registro Nacional de Femicidios del Observatorio Mumalá, en la primera mitad del año se cometieron 143 femicidios. En el marco de la pandemia del COVID19, 80 fueron las víctimas de la violencia machista más extrema.
Del total, 128 fueron femicidios directos; 7 vinculados de niñas y mujeres; 6 femicidios vinculados de niños y varones; 2 transfemicidios y travestdicidios; y 18 aún están en investigación y a la espera de los resultados de autopsia y peritajes.
El 45% de las víctimas tenían entre 19 a 40 años. El 20% de las 143 víctimas denunciaron previamente a su agresor. En el 41% de los casos, el victimario era la pareja de la víctima; el 22% ex pareja; 13% familiares; 12% conocidos; 6% sin vínculo o desconocido; y 6% sin datos. El 21% de los agresores se suicidó y el 4% pertenece a las fuerzas de seguridad.
En cuanto al lugar donde se cometió el femicidio, el 36% fue en la casa de la víctima, mientras que el 32% era una vivienda comparta. El 12% en vía pública, 6% en la casa de un familiar y 4% en la casa del femicida.
Las víctimas colaterales son los niños, niñas y adolescentes. En total, a lo largo del país, se relevaron 177 menores de edad que quedaron sin madre producto de un femicidio.