En el marco del Día Contra la Trata de Personas, la organización Madres de Víctima de Trata comparte en sus redes sociales testimonios de familiares de víctimas de trata.
Madres de Víctimas de Trata es una organización sin fines de lucro que brinda asistencia a mujeres que sufrieron explotación sexual. Conformado por madres, familiares, amigxs, voluntarixs y artistas que buscan «mujeres, niños y niñas desaparecidas para ser prostituidas».
Bajo el lema «No son casos aislados, es un sistema», te invitamos a conocer las historias que acompañan a las madres y familias que conforman la ONG.
Lisette Fernández
Lisette es hermana Micaela, víctima de trata y femicidio. También, es hija de una víctima de femicidio.
«Todos dicen que el Estado está ausente en estos casos, pero para mi el Estado no está ausente. El Estado para mí es cómplice», indicó con contundencia. Además, pidió justicia por su mamá y su hermana porque, hasta el día de hoy, no obtuvo respuestas.
Marisa Rodríguez
Marisa es mamá de Luna Ortiz. Vio a su hija con vida por última vez el 2 de junio de 2017 cuando iba a una entrevista de trabajo. Un día después, policías de la bonaerense le dicen que «la encontraron muerta adentro en una casa». Varios días después, le entregaron el cuerpo de su hija en una casa velatoria. Desde entonces, lucha por esclarecer que pasó con ella.
«La gente cree que nunca le va a pasar, que nunca le va a desaparecer una hija. Tengan cuidado, cuiden mucho a su familia. Estas cosas existen», advirtió.
María López
María es la mamá de Ailén. Su hija está desaparecida desde el 14 de febrero de 2013.
«Yo no solamente lucho por mi hija Ailén, sino porque yo no quiero que otra mamá, otra familia pase por lo mismo que estoy pasando yo», sostuvo.
Silvia González
Silvia es mamá de dos víctimas de trata. Después de una gran lucha, pudo recuperarlas y lograr que el captor y abusador de sus hijas esté detenido.
«La trata no es una fantasía, existe. El reclutamiento está. Son reclutadas, engañadas y abusadas», añade. Reconoce que sin el apoyo y la compañía de Madres, hubiera sido muy difícil.
Margarita Meira
Su hija, Susi, fue la razón por la que Margarita partió de Misiones y se radicó en la Ciudad de Buenos Aires. Su hija desapareció en 1991, cuando tenía 17 años. Al año siguiente, encontraron su cuerpo sin vida en un monoambiente de Flores.
«No me gusta a mí que venga una mamá a poner la pechera de Madres. Quiero que se ponga la pechera de «No Más Trata» o de las Rondas, pero la verdad es que es muy triste cunado aparece una mamá que busca a su hija. Les quiero pedir que nos acompañen», añadió la fundadora de la «Asociación Madres Víctimas de Trata»