El ex presidente de la Nación, Mauricio Macri, entre viajes y una pandemia, aparece y desaparece según las circunstancias del país. Cuando los casos comenzaron a ascender y el aislamiento imposibilitaba la circulación y las reuniones, decidió viajar a tierras europeas. Tras un silencio que se prolongó por dos semanas, Mauricio Macri reapareció con una carta.
Ayer, por última vez, volvió. Volvió como entre las tinieblas, con sugerencias, con dudas, con contradicciones. No parece que se tratara de ex presidente que gobernó hasta 2019. Recientemente, lanzó «el valor de la palabra presidencial». Ayer, su nuevo álbum olvidó cuánto impactó el pasado y su gestión en las decisiones de esta gestión, entre una pandemia y deudas que resolver.
«Para defender el presente y ganar el futuro», titula. «Con el compromiso de siempre y la responsabilidad que me cabe, rompo el silencio para compartir con ustedes mi inquietud sobre la dolorosa y delicada circunstancia que atraviesa la República Argentina», continúa.
Señala el intento de establecer un «Nuevo Contrato Social» por parte del gobierno. Continúa por la transparencia, el irrespeto a los reglamentos y «la debilitación de los organismos de control existentes». También se refirió a la «falta de transparencia en la gestión de los organismos públicos», cuando durante su gobierno, la Oficina Anticorrupción dirigida por Laura Alonso se negaba a investigar a los propios, mientras corrían a los ajenos.
Luego recorrió la seguridad jurídica, las libertades individuales «para que el debate y las opiniones no encuentren condicionamientos ni censura, porque la libertad de expresión es una institución democrática peligrosa para un gobierno personalista». ¿No hubo una gestión que metió preso a un pibe con pocos seguidores porque escribió una canción de cancha insultándolo?
Siguió refiriéndose a la libertad individual y señaló: «se utilizan las restricciones sanitarias para impedir la libre circulación de los personas, y solo pueden hacerlo aquellos que estén habilitados a extender una declaración jurada que se debe someter a la consideración de las autoridades». ¿Es una crítica, una descripción o una señal de desconocimiento y palabrería?
Las repercusiones
Frente a los dichos del ex mandatario, las respuestas del oficialismo no tardaron en llegar. Entre chicanas, otra vez lo volvieron a cruzar.
El embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín, reaccionó con ironía. En una entrevista radial, dijo que «utilizan cualquier excusa, pero en verdad protestan porque perdieron las elecciones». «¿En qué mundo vive, en Narnia?», preguntó.
Por su parte, el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, advirtió en LU6 radio Mar del Plata: “La carta de Macri parece bajada de una monografía del «Rincón del Vago»«. Además, analizó: «sorprende bastante la poca capacidad de autocrítica, o de generar una idea o un aporte en un momento en que todos los argentinos están luchando contra una pandemia de coronavirus».
Axel Kicillof también respondió, con ironía: «Cuando les tocó gobernar #RompieronTodo , lo decíamos ya en 2018. Ahora Macri, como oposición, dice que está dispuesto a seguir rompiendo…. hasta el silencio».
El intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, también contestó a las críticas a través de su cuenta de Twitter: «Macri fracasó como presidente. Dejó un país endeudado y en ruinas. Con ese panorama y en medio de una pandemia, el Gobierno reestructuró el 99% de la deuda, priorizó la vida de la gente y está recomponiendo el tejido social y productivo para ponernos de pie».
La titular del INADI, Victoria Donda: «Mientras todo el país hace un inmenso esfuerzo para enfrentar la pandemia, Macri saca una nota que es prácticamente una burla a ese esfuerzo. Fue un terrible presidente, pero sorprendentemente se las está ingeniando para ser un expresidente todavía peor».
La intendenta quilmeña, Mayra Mendoza, también se hizo eco: «Esta carta de Macri a 9 meses de haber dejado el país en el peor desastre económico y social de este periodo democrático y en medio de una emergencia sanitaria mundial, lo transforma lisa y llanamente en un vulgar conspirador».
El diputado del Frente de Todos, Leopoldo Moreau, afirmó: «Resulta tragicómico que el ex Presidente, que instrumentó y condujo el sistema de espionaje ilegal más grande de la historia democrática de la Argentina, que vulneró como nadie los derechos y garantías de los ciudadanos, quiera asumir el papel de defensor del Estado de Derecho».
Vilma Ibarra, secretaria Legal y Técnica, hizo su lectura en Living en América (América): «Lo que me pareció preocupante son los términos que usa para referirse al oficialismo. Usa palabras como demagogia, falso, censura, vivir con miedo, apropiación, oscuridad. Creo que eso hiere el diálogo en la convivencia democrática. Recuerdo que este hombre alguna vez prometía cerrar la grieta», aseguró la funcionaria.
Lucía Cámpora, legisladora de la Ciudad de Buenos Aires sentenció en su cuenta de Twitter: «Qué deshonestidad intelectual la nota del ex presidente. Habla de ataques a la CN y condicionamientos al P. Judicial quien designó jueces supremos por decreto y creó una mesa judicial. Qué triste para el debate público de ideas cómo baja la vara con latiguillos y frases hechas».
Hasta Durán Barba salió a discutir con el texto. «Nada es totalmente verdadero o falso. Hay que tener mucha más serenidad y ver los grises. Más que los grises, los colores», señaló el exasesor del macrismo. «No estaría de acuerdo con esa aproximación de ese párrafo de Macri», completó.