Jorge Julio López fue desaparecido dos veces. La primera fue 1976, en dictadura. La segunda, en el marco de un gobierno democrático en el año 2006. En una y otra, las sospechas recaen sobre la Policía Bonaerense, pero ni en una ni en otra, hubo imputado. El testigo clave en el juicio oral y público contra Miguel Osvaldo Etchelotatz sigue desaparecido, 14 años después.
Su hijo, Rubén López, pidió que se recatule la causa como «desaparición forzada», ya que continúa siendo «presunta desaparición de persona». Y aseguró: «Siento que llevamos 14 años velando a mi viejo». Además, denunció en diálogo con Télam: “La justicia no hizo nada, se me ríen en la cara. Siempre que llega la fecha de su desaparición salen a hablar del entrecruzamiento de 50 millones de llamadas telefónicas, pero nunca se hizo nada”.
Rubén contó que no sabía nada sobre lo que vivió su padre durante su secuestro en 1976. No lo supuerio hasta el 28 de junio, día que declaró en el juicio contra el genocida Miguel Etchecolatz. «Cuando lo oímos contarle al Tribunal todo lo que pasó, ahí comprendimos esa necesidad de ir a contar lo que había vivido, lo que había visto”, indicó. Su padre pasó por cinco centros clandestinos de detención. Lo torturaron, vio ejecuciones, torturas a otras personas y, además, su memoria le permitió identificar a Etchecolatz, uno de sus torturadores.
“Patricia Dell Orto le gritaba ‘no me maten, llévenme a una cárcel, pero no me maten, quiero criar a mi nenita, mi hija’ y ellos no, la sacaron. Van a ver ustedes si algún día encuentran el cadáver o la cabeza, que tiene el tiro metido de acá y le sale por acá. Bum, otro tiro”, contó Jorge Julio López el 28 de junio de 2006.
Etchecolatz fue condenado a reclusión perpetua por el delito de genocidio. Con él se utilizó por primera vez esa figura en el país. Tampoco fue el único juicio que debió enfrentar. Cuando lo estaban juzgando por delitos de lesa humanidad en el centro clandestino de La Cacha, exhibió un papel que decía: «Jorge Julio López». El hijo de López denuncia que nunca hicieron nada después de ese suceso.