Los días pasan a cuenta gotas, las camas no alcanzan. El personal de Salud no da para más, sin embargo, continúan. No pueden acceder a francos, mucho menos a vacaciones. Los contagios son permanentes y los fallecidos cada vez son más. El hartazgo es general, pero hay quienes no pueden quedarse en casa. Con tristeza, muchos y muchas sienten que la sociedad los está dejando solos.
En el marco de «Diálogos en Pandemia«, un ciclo nuevo de El Numeral, nos acercamos al Hospital Presidente Perón de Avellaneda para conversar con Natalie, orientadora; y con Marcela, enfermera de Obstetricia y trabajadora de la institución hace 33 años.
¿Cómo se vive el día a día en el Hospital?
Marcela: todos los que trabajamos en el hospital desde que llegamos hasta que nos vamos a nuestras casas estamos bajo un constante estrés por la situación que estamos viviendo de la pandemia. Nuestra vida ha cambiado mucho a partir de esta pandemia.
Natalie: Las que vas a ver a las enfermeras todas, pobres, disfrazadas con su equipo. Se tiene que cambiar dos veces, tres veces al día. Y ni hablar cuando se van de la casa, debe ser el miedo de que por ahí le quede algo. Las chicas están realmente cansadas.
¿Qué cosas cambiaron desde el comienzo de la pandemia?
Natalie: Cambia más que nada el miedo de contagiarme yo y llevarle el virus a mi familia. Ese es mi principal miedo de venir. Y nada, cambia porque, qué sé yo, cambia el trabajo con el compañero, el no poder tener otros vínculo, capaz, que teníamos más cercano. El distanciamiento, todo cambió. Nos cambió todo. El virus realmente cambió todo.
Marcela: La situación es agotadora porque tenemos los compañeros de terapia que están trabajando con un nivel de camas ocupadas de un 80% y tienen que trabajar con los equipos de protección personal que son camisolines, batas, doble barbijo, doble cofia, doble guante. Muchas veces se te dificulta respirar con todo ese equipo de protección encima y son muchas horas que estamos con esos equipos. Y lo que sentimos es que la gente no nos entiende.
¿Qué sienten cuando escuchan a parte de la sociedad negar la situación?
Natalie: La verdad no lo puedo creer. Cuando me dicen «no existe el virus» o «no, no pasa nada». No, sí, pasa. Te invito a que vengas al hospital a que veas la realidad de que sí, existe. Y estamos, estamos colapsados. El hospital no da a basto. Los médicos están cansados también. Ni hablar enfermería, pobre, que las chicas están más constantemente con los pacientes. El médico por ahí hace su trabajo y se va, pero la enfermera, la que le lleva la comida, la que lo cambia, la que lo viste, la que lo asiste. Y esa gente lleva así una mochila terrible a su casa.
Marcela: Lo que vemos a diario en los noticieros, de la gente que sale a la calle, que está cansada de esta pandemia. Nosotros también estamos cansados, pero, ¿sabés qué? daríamos hasta lo que no tuviéramos por poder quedarnos en casa porque vemos morir gente a diario. Vemos como se mueren y se contagian nuestros compañeros. Y nos sentimos solos, no nos sirven los aplausos. No somos héroes, elegimos esta profesión porque nos gusta, pero sentimos que nos están dejando solos. La sociedad nos está dejando solos.
¿Sabés qué? daríamos hasta lo que no tuviéramos por poder quedarnos en casa porque vemos morir gente a diario
¿Qué le dirían a las personas que hacen su vida con total normalidad?
Marcela: Le diría que es preferible quedarte encerrado en tu casa y no terminar en una cama de hospital, conectado a un respirador. Eso es mucho peor, sobre todas las cosas, porque no sabes si salís porque este virus es nuevo y no hay tratamiento para el COVID19, todavía. Yo entiendo que la gente está cansada de estar encerrada, pero esto de salir a la calle a buscar el virus… A tomar una cerveza, hacer una mateada en una plaza, no deberían hacerlo. Primero, porque tienen que cuidarse ellos. Segundo, porque tienen que cuidar a sus familias. Y tercero, porque el sistema de salud está colapsando, los trabajadores no damos más. Si bien se van a poder comprar camas, se van a poder conseguir respiratorios, lo que no se va a poder reponer es el personal de salud. No se van a poder reponer médicos, no se van a poder reponer enfermeros, no se va a poder reponer camilleros, no se va a poder reponer gente de limpieza porque nosotros también nos estamos enfermando.
Natalie: No entiendo a esa gente que sale y no cree en el virus. Y, no sé. Es mundial, no es que este gobierno quiere este virus, no. Esta es una pandemia que nos tocó. Yo la verdad deseo que se termine lo antes posible, con muchas ganas porque estoy cansada ya. Cansados estamos.
Marcela: Lo que hablamos con todos los compañeros cuando nos cruzamos en algún pasillo es que estamos muy cansados porque desde el mes de marzo que nos suspendieron las vacaciones, los francos, todo tipo de licencias. Estamos trabajando al 100%, dando lo máximo por esto de la emergencia sanitaria. Tenemos miedo. Tenemos miedo de enfermarnos porque vemos que cada día que pasa se enferman más colegas.
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