En todo el país hay una pandemia que nos atraviesa: la violencia machista. Según el Registro Nacional de Femicidios del Observatorio «Mujeres, Disidencias y Derechos», hasta el 30 de septiembre se cometieron 202 femicidios. Uno cada 32 horas.
Durante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio por la pandemia de COVID19, el número asciende a 136. El confinamiento, a nivel nacional, impactó en la violencia machista agravando un 40% la situación.
Por otra parte, los intentos de femicidios fueron 183. Y las muertes violentas de mujeres en proceso de investigación son 33. Es decir, desde el 1 de enero, 235 mujeres, trans, lesbianas, travestis y bisexuales sufrieron muertes violentas. 181 fueron femicidios directos; 7 indirectos de niñas y mujeres; 10 indirectos de niños y hombres; y 4 trans/travesticidios.
El dato más desolador es la cantidad de niños, niñas y adolescentes que perdieron a su madre a causa de la violencia machista. En total, 231.
Las tasas más altas de la violencia machista más extrema se encuentran en las provincia de Jujuy, Tucumán, Misiones, Chaco y Salta.
Lugar donde se cometió el femicidio
En el 36% de los casos fue en la vivienda de la víctima; mientras que en el 32% de ellos, en la casa compartida con el agresor. 12% en la vía pública; 6% en la vivienda de un familiar; 4% en descampados; 4% en la casa del femicida; y 4% en propiedad privada. El 2% restante, en otros espacios.
En cuanto al vínculo con el agresor, en el 41% de los femicidios, la víctima era pareja del victimario; el 22% de los femicidas era su ex pareja; 13% familiar; 12% conocidos; 6% desconocidos sin vínculos; y un 6% restante sin datos.
Asimismo, el mecanismo utilizado por los agresores fue: el 28% utilizó armas blancas; 24% armas de fuego; 17% golpes; 15% asfixia; 8% incineradas; y 8% con métodos como tortura, envenenamiento y caídas de altura.
OTROS DATOS
En el 45% de los femicidios, las víctimas tenían entre 19 y 40 años. Del total, 54% tenía hijos. El 20% había denunciado previamente al agresor y 5% sufrió abuso sexual.
De los agresores, el 15% se suicidó y el 4% pertenecía a una fuerza de seguridad.
«Es urgente que el Estado en todos sus niveles tome acciones concretas para prevenir, erradicar y sancionar la violencia de género. Es urgente declarar la #EmergenciaNiUNaMenos, implementar y ampliar la Ley de Educación Sexual Integral y aplicar la Ley Micaela (de capacitación obligatoria en género y violencia de género en todos los ámbitos del Estado, desde una perspectiva feminista, diverse – disidente», advierte la organización.
Fuente: Mumalá