Ocurrió en Moreno. Una mujer de 28 años se encuentra internada en coma farmacológico en el Hospital Mariano y Luciano de la Vega tras ser víctima de un intento de femicidio por parte de su pareja, Justino Del Valle Ríos. Ríos se encuentra prófugo, pero vecinos advierten que lo vieron caminar por las calles del barrio.
Disparó cinco veces sobre Jéssica Fernández Arguello. Disparó contra ella que, anteriormente, lo había denunciado en la Comisaría de la Mujer y Familia de Moreno. Incluso contaba con una orden de restricción perimetral, pero él nunca lo cumplió. Nunca contó con amparo, ni protección. Tania, su hermana, día tras día, se acercaba a la casa para acompañarla y asegurarse de encontrarla con vida. Su hermana presenció el ataque e intentó interponerse. Cuando quiso dispararle a ella, la bala no salió. Ya había usado todas con Jéssica.
Los disparos comprometieron varios órganos de Jéssica. Las balas llegaron a un pulmón, el corazón, el abdomen, un hombro y uno de los brazos. Los recibió adelante de sus hijos de 3 y 4 años, de uno de sus sobrinos y su hermana.
Él seguía viviendo con ella, pese a la restricción que rige desde el 7 de octubre. No quiso irse y nadie lo pudo sacar. Tras el intento de femicidio, se desconoce su paradero. Sin embargo, recién el día domingo se ordenó el pedido de búsqueda y captura.
La familia está desesperada, el barrio también. En diálogo con medios de televisión, Tania indicó: «él era un borracho que se gastaba todo lo que tenía. No la dejaba salir ni a una cuadra, le sacaba la SUBE para que no fuera a ningún lado».
Denuncian que nunca la escucharon, siquiera le brindaron un botón antipánico. Una de las últimas denuncias decía «te voy a matar a vos, a los chicos y a tu familia».
La causa está a cargo del fiscal Leandro Ventricelli, Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 1 de Moreno, con carátula «tentativa de femicidio agravado por el vínculo».
Mientras, la familia sigue esperando una acción concreta que los y las proteja de un femicida prófugo y armado.