El jueves 4 de febrero comienza el juicio oral contra Carlos Eduardo José, ex sacerdote denunciado por abuso sexual contra una menor de edad en una escuela de la provincia de Buenos Aires entre los años 1999 y 2008. El Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de San Martín está constituido por la Dra. Mónica María Carreira, el Dr. Raúl Luchelli Ramos, y la Dra. Carolina Martínez.
Carlos Eduardo José se encuentra detenido. Lo imputan por los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado” por su condición de sacerdote. En simultáneo, otras tres mujeres denunciantes aguardan el veredicto de la Suprema Corte para que avancen sus causas contra el ex cura.
En abril de 2017, dos mujeres rompieron el silencio y se animaron a denunciar. Los abusos se perpetraron durante su infancia en el colegio Instituto San José Obrero de la localidad de Caseros, Partido de Tres de Febrero.
Denuncias contra Carlos Eduardo José
Mailín Gobbo y Jazmín Detez radicaron la denuncia en la UFI N° 14 de los Tribunales de San Martín. A partir de la difusión de estos casos, Cecilia Burgos y Karen Maydana, otras alumnas del colegio pudieron hablar y llevar ante la Justicia sus denuncias por otros abusos que cometió el mismo sacerdote.
En 2009, Gobbo inició originalmente una denuncia eclesiástica ante al arzobispado de San Martín. No solo sufrió el silenciamiento, sino que la respuesta del arzobispado fue trasladar al ex sacerdote a otra ciudad. Esa maniobra encubridora se repite en la mayoría de las denuncias por abuso sexual en la Iglesia argentina, donde ya hay más de 60 casos presentados ante la Justicia.
Hoy, estas sobrevivientes de abuso sexual infantil exigen una condena efectiva para que el ex sacerdote siga en la cárcel y reclaman que las denuncias no prescriban.
Actualmente, la Ley 27.206 sancionada por el Congreso, modifica el plazo de la prescripción de delitos contra la integridad sexual de menores. Estos derechos también están amparados en la Convención de Belem Do Para; el Tratado Internacional por los Derechos del Niño; el Tratado Internacional por los Derechos Humanos; y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Se esperan condenas severas y firmes que rompan con décadas de silencio, impunidad y encubrimiento por parte de la Iglesia católica argentina.