Francesca está en pareja hace dieciocho años. No tienen hijos. Se autodefine como una apasionada por emprender. Dice que su motor son los nuevos proyectos. Es periodista. Trabajó muchos años en comunicación para empresas. Tuvo diez años una agencia de comunicación. Después le interesó el periodismo de sexualidad, viendo a periodistas de afuera o a especialistas que tocaban distintas temáticas. Estudió la Diplomatura en el centro de la sexualidad de Chile. Se considera una transmisora de conocimiento pero no una sexóloga.
El feminismo irrumpió en nuestra sociedad para romper y proponer muchas cosas. Se coló en nuestras vidas no sólo para cambiar la política sino lo cotidiano. Nos empezamos a plantear nuestras relaciones con el mundo pero también con nosotras mismas, con nuestra sexualidad, las relaciones amorosas, la posibilidad de poder ser y entender que no hay una única opción para vivir el amor y el sexo.
¿Cómo surgió “Alas para tu sexualidad”? ¿Por qué crees que te convertiste en una referenta del tema?
“Alas para tu sexualidad” es un podcast que se fue haciendo conocido. Después lo quise poner en mis redes y ahí transmito como una comunicadora y no como sexóloga. Me convertí en una referenta porque yo vivo lo sexual como algo muy natural y lo transmito de esa manera. Lo hice para liberar tabúes, para mí la liberación es una palabra que va conmigo hace mucho tiempo. Me hice un tatuaje que dice “libertad” a los dieciocho años. La libertad está muy relacionada a mi manera de vivir. Por eso “alas” porque tiene que ver con volar y liberarse.
Muchas cosas de las que vos decís, se transmiten de una manera que llega al público, ¿Cómo se te ocurrió esa manera de comunicar?.¿Cuál fue tu manera encarar tantos temas tabúes y poder darles luz?
Creo que eso viene desde que soy muy chica. En mi casa siempre hubo una manera muy natural de hablar de la sexualidad con mi mamá, mi papá y mi hermano. Crecí de ese modo. En mi grupo de amigas me parecía extraño que las otras chicas no pudieran hablar de sexualidad en sus casas. O que les diera vergüenza hablar de sexualidad entre amigas. Yo era la primera en descubrir notas en los medios o buscar juguetes y mostrarles. Ir a comprar y hablar el tema sin tabúes. Creo que tiene que ver con eso, con mostrar la sexualidad como algo completamente natural.
¿Influye en vos el movimiento feminista?
Soy feminista y todo lo que tiene que ver con el feminismo a mí me ayudó muchísimo. El feminismo sexual es donde yo me asiento y me siento cómoda hablando. Aporta desde el lado de poder desear sin culpa como dice la colega Luciana Peker. El poder disfrutar sin pensar que estás haciendo algo malo o algo malo te puede pasar. Por eso esta buena la legalización del aborto y que no esté todo ligado a la reproducción. Me parece que el feminismo aporta y que todavía falta mucho por trabajar.
¿Qué te pasa cuándo dicen que la experiencia viene de tener diferentes parejas? ¿Por qué hoy prima la cantidad como consumo y no la calidad?
Estoy totalmente en desacuerdo con eso. Viene con lo que uno hable con otras personas, de lo que uno conozca de su cuerpo y de lo que uno pueda compartir con la persona con la que está. Si yo tuve 50 parejas sexuales y nunca me interesé por saber qué querían esas personas, que les daba placer y qué es lo que no, experimentar desde ese lugar o experimentar con mi propio cuerpo, no voy a saber más. Por ahí una persona que ha tenido una o dos parejas sexuales en toda su vida, es súper metida y no necesita tener muchísimas parejas para eso.
¿Cómo se van instalando los temas de auto exploración, la responsabilidad afectiva, nuevas formas de sexualidad, entre otras?
Yo voy instalando lo de la autoexploración. La masturbación no lo hago únicamente por el placer sino también está el autoconocimiento. Pero también tiene que ver que yo viví la masturbación como algo natural. Siempre me masturbé con naturalidad y a diferencia de mis amigas que quizás en sus casas lo instauraban como algo que estaba mal. Para mi, el cuerpo es nuestro manual de ESI. Poder poner en palabras, auto explorarse y conocer tu propio cuerpo me parece importantísimo. Descubrir nuestro cuerpo y tenerlo a nuestro favor.
Y la naturalización se siente. Se puede vibrar. Se puede conversar sobre juguetes y otras formas de sexualidad de una manera más abierta. Quizás como diga Francesca aún nos falte mucho pero comenzar por conocernos quizás sea el primer paso para entrar a un encuentro con otro disfrutando desde el deseo más auténtico.