El Observatorio de las Violencias Mumalá lanzó un nuevo informe sobre femicidios. A partir del análisis y monitoreo de medios digitales y gráficos de todo el país, se registraron 62 femicidios hasta el 31 de marzo. Además de otras 14 muertes violentas que se encuentran en proceso de investigación.
Según pudieron identificar, una observación son las «múltiples oportunidades muertes violentas (en Argentina el suicidio se considera muerte violenta) de niñas, adolescentes y mujeres que fueron abusadas sexualmente». Además, sostienen que es tal el estado de vulnerabilidad que muchas tuvieron «como desenlace un suicidio, o aparentaban femicidios y que posteriormente peritajes y autopsias arrojan que fue una muerte autoinfligida».
El femicidio en números
El informe advierte 12 muertes en contextos de violencia urbana y 89 intentos de femicidio en lo que va del 2021. Asimismo, sostiene que de los 62 femicidios, 51 fueron directos; 2 vinculados de niñas y mujeres; 8 vinculados de niños o varones; y 1 trans/travesticidio.
En el 71% de los casos, el lugar donde se cometió el femicidio fue en la casa de víctima o en la vivienda compartida; el 10% en la vía pública; 3% en el trabajo de la víctima; 2% en la vivienda del victimario; 3% en descampados; 4% sin datos; y 7% en otros lugares.
En cuanto al vínculo con el agresor, el 63% fue cometido por la pareja o ex pareja de la víctima; el 14% por conocidos; 5% eran familiares directos; 7% familiares indirectos; en el 3% se desconoce el vinculo; y en el 8% no hay datos.
La modalidad más utilizada es el arma blanca (39%), seguido de arma de fuego (22%), golpes (14%) y asfixia (8%).
Por otro lado, el 25% de las víctimas había denunciado a su agresor previamente y el 15% tenía orden de restricción de contacto o perimetral.
Y en total, 65 niños, niñas y adolescentes perdieron a su madre en el marco de un femicidio.
Sobre los femicidas
El 14% de los femicidas se suicidaron después de cometer el asesinato, mientras que el 8% lo intentó. Además, del total de agresores, el 17% correspondía a alguna fuerza de seguridad; y en el 38% de los casos, el arma que se utilizó era la reglamentaria.