Un sumo con pisada fuerte

Durante los años 80’ Sumo formó parte de la escena del rock nacional y supo ganarse un lugar en la historia del rock y en el corazón de sus fanáticos.

Un tano rebelde

A mediados de los 70’ Londres veía caminar por sus calles a Luca George Prodan, un joven de poco más de 20 años. Había empezado a tocar con su banda The New Clear Heads en varios bares de la ciudad y se sumergió en el mundo del rock progresivo, el punk y el reggae. Así llegó al maldito universo de la droga que tiempo después se cobró la vida de su hermana Claudia. Eso lo llevó a caer en coma y es en medio de su intento de rehabilitación donde recibió una carta de un viejo amigo. Timmy McKern le mandaba una postal desde las sierras de Córdoba donde le mostró a su familia y lo invitaba a visitarlos.

Foto: Timmy Mackern y Luca, sentado a la derecha. Archivo personal de Timmy Mackern

Fue así donde en agosto de 1980 Luca llegó a nuestro país huyendo de la heroína que se había llevado a varios de sus amigos, a su hermana y que casi se lleva a él. 

Entonces empezó todo. Después de algunos meses de buscar músicos para armar su proyecto musical, se trasladó junto con toda la familia de Timmy a Hurlingham, ubicado en la Provincia de Buenos Aires.

La banda ya contaba con 2 integrantes: el joven guitarrista Ricardo Curtet y la baterista inglesa Stephanie Nuttal, una talentosa música que supo hacerse un lugar en el mundo musical en tiempos en donde el machismo reinaba por esos lugares.

El principio de todo

Cuando se instaló en Buenos Aires, Luca conoció a quienes se volvieron integrantes fundamentales del conjunto: Germán Daffunchio (cuñado de Timmy) y Alejandro Sokol (un amigo de Germán). Así la banda quedó conformada con Luca como voz principal, Daffunchio en la primera guitarra, Sokol en el bajo, Curtet como guitarra rítmica y Stephanie Nuttal en la batería.

En 1981 grabaron algunas canciones en el estudio que Timmy tenía en Córdoba y empezaron a pensar en la idea de trasladar el estudio a Hurlingham. Pero apareció el primer problema. Ricardo Curtet, que había sido padre en esos días, decidió dejar la banda para dedicarse a su familia.

En febrero del 82’ la banda que aún no tenía nombre debutó en un pub de Lomas del Palomar. Después de esta actuación, los integrantes decidieron que era tiempo de nombrar al proyecto. Así nació “Sumo”. El 20 de marzo de ese mismo año el conjunto tuvo su primera actuación importante en el Festival Rock del Sol a la Luna. Apenas un mes después, las tensiones desatadas por la Guerra de Malvinas hicieron que Stephanie regrese a Inglaterra y fue Alejandro Sokol quien ocupó su lugar.

Fue en ese momento donde apareció un nuevo integrante, uno que se ganaría un lugar en la escena del rock. Diego Arnedo, vecino del barrio, llegó para hacerse cargo del bajo junto con el periodista Roberto Pettinato quien ingresó como saxofonista. Con esta formación en octubre del 83’ editaron el primer disco “Corpiños en la madrugada”.

De izquierda a derecha: Prodan, Sokol, Pettinato, Daffunchio y Arnedo. Foto: Claudina Pugliese

La consagración

El año 1984 fue muy importante para Sumo. No solo hicieron varios shows con una gran Alberto «Superman» Troglio entró como baterista ocupando el lugar abandonado por Sokol, que quedó como segundo vocalista, y Ricardo Mollo entró como guitarrista dándole a la banda una impronta única. 

Esos fueron años donde Sumo y la recién conformada banda Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota lideraron la escena del rock under. 

Foto: Aspix

En 1985 llegó el primer disco grabado junto con una productora reconocida. La CBS records editó ese año el álbum “Divididos por la felicidad”. El 11 y 12 de mayo de ese año presentaron el disco en el teatro a sala llena. Lograron vender más de 15.000 copias y se afianzaron aún más en el ambiente del rock.

Meses después, esa fama los llevó al Festival Rock & Pop que se celebró en el estadio de Vélez Sarsfield donde actuaron decenas de músicos. En 1986 grabaron su segundo disco, “Llegando los monos, también con el sello CBS. Para la presentación de este disco eligieron nada más y nada menos que el mítico estadio Obras Sanitarias donde se presentaron el 9 de agosto de 1986. 

En el mes de diciembre, Sumo comenzó los trabajos de grabación de su tercer disco “After Chabón”. A fines de ese año, se sumó a la banda el trompetista Marcelo «Gillespi» Rodríguez.

Se apaga una estrella

1987 fue un año oscuro para la banda. A pesar de que habían sacado su tercer disco “After chabón”, la salud de Luca pendía de un hilo que estaba a punto de cortarse. 

El 10 de octubre presentaron el álbum ante más de 4.000 personas en el estadio de Obras Sanitarias con invitados especiales como Andrés Calamaro.

Dos meses después, el 20 de diciembre, se presentaron en la cancha del club Los Andes de Lomas de Zamora ante poco más de 500 personas. En el fondo sabían que iba a ser su último show.

Dos días después, en su departamento de Alsina 451 en el barrio de Montserrat, la luz de Luca se apagó víctima de un paro cardíaco producto de una cirrosis irreversible causada por su alcoholismo. Tenía 34 años y dejaba una banda en pleno apogeo.

Los años finales de los 80 golpearon duro al rock nacional. Un año después fallecían Miguel Abuelo, cantante y líder de Los Abuelos de La Nada, y Federico Moura líder de Virus. 

En el verano de 1988, Pettinato, Arnedo, Daffunchio y Mollo se presentaron en una nueva edición del Festival Chateau Rock para homenajear a Luca. Esta fue la última actuación de Sumo, que dejó en ese festival su última huella. 

Así, la banda pasó a formar parte de la historia del rock nacional y Luca se volvió leyenda. Porque cuando caminemos por las calles de alguna ciudad siempre vamos a poder encontrar algún graffiti que rece “LUCA NOT DEAD”.

Toda la discografía de la banda está disponible en plataformas digitales como Youtube y Spotify. Así, cada vez que escuchemos una de sus canciones, Luca va a estar más presente que nunca.

 

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