El pasado viernes 11 de junio el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció el regreso «cuidado y graduado» a las escuelas. Desde el próximo miércoles más de tres millones de estudiantes en la provincia de Buenos Aires tendrán clases presenciales.
Según la situación epidemiológica de cada localidad y las restricciones focalizadas, las clases se mantendrán virtuales, bimodales, con burbujas o asistencia voluntaria.
De acuerdo con el informe del Gobierno bonaerense, el regreso a la presencialidad escolar se da porque el conglomerado de municipios del GBA registra 401 casos cada cien mil habitantes.
En total son 40 los municipios afectados por la decisión el gobierno bonaerense. Entre ellos, estudiantes de nivel inicial, primaria y secundaria.
Según señaló el jefe de gabinete bonaerense, Carlos Bianco, «se redujeron los casos de coronavirus, lo que permite volver a la presencialidad en el AMBA». Asimismo, el gobierno destacó que el retorno a la presencialidad cuidada “se da en el marco de la aceleración de la campaña de vacunación».
Cómo será el regreso a las aulas
Para la vuelta a clases, Kicillof destacó los 33 mil medidores de dióxido de carbono en establecimientos educativos. Este pequeño artefacto sirve para medir si el aire puede estar enviciado y, a través de un monitoreo, regula la ventilación de los ambientes. El objetivo es mitigar el riesgo de contagio y contar con una adecuada ventilación.
Por otra parte, anunció la implementación de un Plan de Vigilancia Epidemiológica en las escuelas. El programa plantea testeos aleatorios que servirán como muestra de la situación epidemiológica de las instituciones.
Además, el protocolo establece que cada escuela, de acuerdo con la infraestructura y espacio con el que cuente, deberá diseñar un sistema de rotación presencial semanal de estudiantes.
Asimismo, el Plan Jurisdiccional para el Regreso Seguro a Clases Presenciales establece también pautas para la organización institucional de las escuelas. Entre ellas, posibilitar el distanciamiento social; adecuada circulación de aire; limpieza y desinfección de los establecimientos; y la higiene personal.
También, se deberán tener en cuenta pautas generales de cuidado como el uso obligatorio de tapabocas de toda la comunidad educativa; distancia social; y mantenimiento de puertas y ventanas abiertas.
En cuanto a la higiene personal, contempla el lavado de manos (estiman cada 90 minutos) y control de temperatura al ingreso de la escuela.
Por último, los establecimientos deben organizar los ingresos y egresos a las escuelas. Los horarios deben ser escalonados para evitar la concentración de personas y deben tener diferencias de 15 minutos tanto en la entrada como en la salida.