Tenemos ley. El cupo laboral travesti-trans recibió el apoyo de la amplia mayoría del Senado de la Nación. En memoria a dos referentes históricas, Diana Sacayán y Lohana Berkins, las dos Cámaras resolvieron aprobar una de las demandas más importantes del colectivo.
Con emoción, 55 votos a favor, 1 en contra y 6 abstenciones, se celebró con gran emoción la norma que garantiza un mínimo del 1% de su planta laboral para personas travestis, transexuales y transgéneros. Una ley que permite el acceso a puestos de trabajo, además de incentivos económicos para contrataciones en el ámbito privado y la obligación de la «no discriminación».
La «Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero ‘Diana Sacayán – Lohana Berkins» contaba con media sanción de Diputados. La Cámara Baja nos permitió la esperanza de creer que lo mismo ocurriría en Senadores. El único voto en contra fue del senador cordobés del PRO, Ernesto Martínez.
El debate
Pasadas las 16 horas comenzó el debate en la Cámara Alta. Norma Durango, presidenta de la Comisión Banca de la Mujeres tomó la palabra y se refirió al proyecto. «Tenemos la oportunidad como legisladores y legisladoras de revertir una realidad de discriminación y violencia a la que se ha sometido a las personas travestis, transexuales y transgénero», expresó. «Sancionar esta ley es reconocer la ciudadanía de esta población y quitarla de los márgenes de la discriminación», agregó.
Asimismo, agregó que “a pesar de los avances normativos registrados en la última década”, este colectivo continúa “teniendo dificultades para acceder a la salud, a la educación, a la vivienda, así como a la protección frente a la informalidad laboral y el desempleo; en definitiva, para vivir una vida en condiciones dignas”.
Completó: “Estamos dando un paso histórico, sentando las bases para reparar la desigualdad estructural que existe en la sociedad respecto de las personas travestis, transexuales y transgénero».
Por el lado del macrismo solo hizo uso de la palabra Gladys González. «Lo mínimo que podemos hacer es aceptar que nos es difícil entender, reconocer nuestra ignorancia». Y agregó: «y elegir en qué lado nos queremos pasar”.
“Estamos dando un paso histórico, sentando las bases para reparar la desigualdad estructural que existe en la sociedad respecto de las personas travestis, transexuales y transgénero», Durango.
Además, hizo referencia a su postura con respecto al matrimonio igualitario y reflexión su posición de ese entonces. “Creo que justamente eso hizo que votase con una mirada parcial, condicionada por lo cultural, lo religioso, con una mirada seguramente llena de prejuicios y de ignorancia”.
Por su parte, Lucila Crexell, del interbloque Parlamentario Federal, se refirió a «reconocimiento de los derechos y la reparación de uno de los grupos más sistemáticamente marginados y perseguidos».
“La mayoría vive en condiciones de extrema pobreza; la perspectiva de vida es notablemente inferior a la media; con serias dificultades para insertarse en el mercado formal de trabajo y con acceso muy precario al ejercicio de sus derechos”, continuó.
Además, compartió datos de un informe de Mariposas libres que muestra una realidad difícil para el colectivo. «El 88% de las mujeres travesti-trans nunca accedió al mercado formal de trabajo; el 70% su principal fuente de ingreso es la prostitución y un 15% menciona trabajos informales; el 60% no completó sus estudios secundarios; el 65% vive en habitaciones de alquiler, hoteles o pensiones; el 4% vive en refugios o en situación de calle; y el 75% reconoce haber sufrido violencia”, señaló.
El primer cambio de opinión lo expresión Pablo Blanco. Comenzó asegurando que estaba decidido a «abstenerse en este proyecto de ley». Sin embargo, señaló: “Escuchando a las senadoras preopinantes, y analizando que la única verdad es la realidad -continuó-; la realidad es que no siempre se le reconocen los derechos a todos”. Finalmente agregó que votaría a favor, pero que se abstendría en el artículo 7 (antecedentes penales).
“Lo que venimos a hacer es no solamente reconocer el plan de vida, sino en ese plan de vida tener la posibilidad del progreso social, a construir con dignidad ese progreso social. Y ahí está el Estado, con este cupo del 1%. ¿Alcanzará, no alcanzará? Es el primer paso”, cerró el jefe del interbloque Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff.
“Tenemos que decir sin eufemismos que el motivo de desempleo estructural de la comunidad travesti-trans no es ni más ni menos que su identidad de género. Sin duda que la ampliación de derechos que propone el proyecto va a permitir sacar de a poco a esta población de la marginación”, cerró Daniel Lovera, presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social.