Hoy Chile dejó de estar bajo el estado de catástrofe decretado por el Gobierno de Piñera a raíz de la pandemia. El mandatario chileno ordenó terminar con el toque de queda que se impuso en todo el territorio desde marzo de 2020. A su vez, este jueves se detectaron 895 nuevos casos, la cifra más alta en 6 semanas.
Sin embargo el Gobierno mantendrá el estado de alerta sanitaria por la pandemia hasta el 31 de diciembre. La medida le permitirá al presidente seguir disponiendo de “herramientas extraordinarias” para hacer frente a la crisis sanitaria en el país.
El cambio se pudo apreciar de manera inmediata en las principales calles de Santiago, la capital chilena. Por primera vez, después de más de un año restringido, el comercio extendió su horario de atención.
“Tomamos previsiones para recibir clientes hasta última hora. Esperamos que la gente se vaya habituando a los nuevos horarios. Se supone que la locomoción funcionará de forma normal así que la gente no tendría problemas para irse”, señalaron comerciantes a medios locales.
La resolución del Ejecutivo llegó el pasado lunes, poco después de anunciar la reapertura de fronteras al ingreso de extranjeros vacunados a partir del 1 de octubre.
La flexibilización de restricciones se da en el marco de una disminución continuada de casos y una tasa de positividad de 1,3%.
“Fue necesario para dotar de mayores y mejores herramientas a nuestro país para combatir la pandemia», precisó Piñera. «Este estado de catástrofe permitió la colaboración de las Fuerzas Armadas en el control y fiscalización de las medidas de excepción que como Gobierno debió adoptar”, detalló en su anuncio Sebastián Piñera.
Con este nuevo escenario ya no habrán más cuarentenas regionales o comunales a lo largo del país. Sin embargo, se mantendrán las medidas como el aislamiento de positivos, contactos estrechos, sospechosos y viajeros, además de limitaciones de aforos dependiendo de la situación epidemiológica.
Fuente: Télam