La polémica de WandaGate, y la disputa de Icardi, Wanda Nara, la China Suarez y Vicuña se volvió el trending topic analógico de ésta semana. A tal punto que atravesó a todas las generaciones, a todos los medios de comunicación y fue un tema que se discutió en mesas familiares.
Se generó una rivalidad muy grande, como un River – Boca y ahora podemos agrupar a la población Argentina entre el «team Wanda» vs «team China». Pero ¿Qué de este consumo irónico nos puede hacer retroceder unos cuántos casilleros?
¿Por qué el foco está puesto de nuevo en la moral de una mujer y no en quien no respeto los acuerdos vinculares?
Lo primero que me parece importante destacar es que no somos culpables de la reproducción del patriarcado por stalkear a Wanda Nara. Menos por consumir la polémica o por cuestionar los valores de la China Suárez.
Vivimos en un sistema, donde todavía se reproducen ciertos discursos que parecen naturales, pero tienen cimientos patriarcales. Por ejemplo: si sos un varón que engaña a su mujer, sos un ganador, un canchero, un maestro. Sin embargo, si una femeneidad lo hace, es altamente cuestionada.
Lo mismo sucede si le mandas mensajes a un varón heterosexual en un vinculo monogámico. Hasta te podes quedar sin trabajo, sin amigos. Ni hablar si sos una persona mediática, hasta pueden llegar a amenazarte con distribuir material privado en un programa de televisión.
Roba maridos
Uno de los conceptos que estuvo circulando fue el de «roba maridos», como ofensa hacia la China Suarez. Eugenia Suarez habría mantenido una conversación con Icardi, un hecho que reconocieron todas las partes.
En principio recordemos que una mujer no roba a un marido. Los hombres no se vuelven una pertenencia, ni tampoco un objeto. Cuando te casas no los tenés que declarar en el AFIP, las parejas son personas que se acompañan.
En esta compañía, hay dos o más integrantes que deciden. Sí, aunque no lo crean, tanto Icardi como cualquier «marido» en el mundo, tiene poder de decisión ante sus accionares. Nadie es títere de nadie, y si acá hay que empezar por la raíz del conflicto, el que tiene un acuerdo vincular, es el jugador de fútbol.
Las personas que ocupan el lugar de «roba maridos» también deciden si les parece significativo empezar a vincularse con alguien que está con otra persona o no.
Se sigue sosteniendo y esperando que las mujeres sean disciplinadas, buenas esposas, buenas madres, fieles y responsables de todo a su alrededor. Todo lo que esté por fuera es violentado y patologizado. ¿Qué paso cuando Wanda se separó de su expareja y conoció a Icardi?
La polémica de estos últimos días desencadenó un carpetazo hacia todas las parejas anteriores de la China Suarez. Hasta le diagnosticaron en programas de la tarde diversas patologías. Otra vez todo lo que se corre de lo que la sociedad espera, cae en una patología o enfermedad.
¿Pero por qué cuando los varones no sostienen la monogamia nadie los tilda de enfermos? Me parece importante no demonizar a Icardi. No caigamos en una lógica de cancelación binaria. ¿Desde ahora Icardi encabeza el top 5 de peores personas del mundo? Muy lejos de eso.
Una persona que no sostiene o no respeta acuerdos monogámicos, no necesariamente tiene la culpa. No es responsable de un delito, solo elige ser fiel a su deseo.
El deseo nos mueve y los acuerdos a veces son sostenibles y otras veces no. Aprovechemos este momento para recordar la importancia de la comunicación dentro de una relación.
Cuestionemos. ¿Qué de esto nos sirve para llevarlo adentro de casa? Empecemos a replantear los conceptos que aprendimos de la heterosexualidad, cuestionemos la fidelidad y la monogamia. Seamos consientes de nuestros límites y nuestras necesidades individuales.
Porque a mi humilde parecer, esto se podría haber resuelto con un par de sesiones de terapia, un patrón de desbloqueo en el celular y confianza en quien elegiste tener al lado.