Las personas trans no necesitamos un diagnóstico

En el marco del Día Internacional por la Despatologización de la identidad trans, visibilizamos a la comunidad y cuestionamos diagnósticos errados como “disforia de género” y “trastornos de identidad de género”.

El Día Internacional de Acción por la Despatologización Trans se conmemora cada 22 de octubre con el objetivo de visibilizar a la comunidad. También nos hace cuestionar los diagnósticos de “disforia de género” y “trastornos de la identidad de género” en los catálogos de médicos internacionales.

Al día de hoy la identidad trans no es considerada una enfermedad mental, ya no es más diagnosticada y no necesita tratamiento. Pero recordemos que durante muchos años de nuestra historia, un diagnostico de éste estilo era motivo de internación, de expulsión, de crímenes de odio y hasta de muerte.

En 2018 la OMS sacó a la transidentidad de la lista de trastornos mentales. Pasó a considerarse a la «disforia de genero» como una “incongruencia de género”.

Incongruencia, ¿falta de coherencia?

Este logro lleva consigo muchísima militancia de activistas trans internacionales, fue un gran reparo pero deja mucho que desear.

Si googleamos la palabra «incongruencia», nos vamos a encontrar con éste tipo de definiciones:

El término «incongruencia de género» refuerza la creencia de que lo «normal», y otra vez la cis-heterosexualidad es «lo más natural», «lo funcional», lo que «tiene sentido». Si nosotros somos «incongruentes», volvemos a encontrarnos con la idea de que son los cuerpos cis-heterosexuales representan la cúspide de la naturalidad y normalidad. Ésta vez bajo el rótulo de «congruencia».

A lo largo y ancho del mundo, muchas personas trans en su cotidianidad deben mostrar un diagnóstico para que se respete su género. Sin ir tan lejos, en muchos hospitales de Buenos Aires para hacerte una mastectomía tenés que pasar por un especialista en psicología y lograr conseguir un diagnostico de disforia para poder operarte.

 

La patologización es un problema social, no es nuestro

La patologización es un problema social, no es nuestro. La disforia de genero es un lente a través del cual muchas personas cis ven a las identidades trans.

Sin una sociedad, que nos castiga y nos señala, nadie tendría que sufrir ningún tipo de incomodidad respecto a su identidad visible.

A las identidades trans no hay que homogeneizarlas ni diagnosticarlas, porque nuestras identidades no corresponden a «una misma bolsa donde todes la vivimos de la misma manera», no hay una sola manera de ser trans, hay tanta diversidad de identidades por fuera de la cis-sexualidad como personas en el mundo.

Desde los activismos trans internacionales se exige, que además de nombrar de una forma distinta la “incongruencia de género, se desarrollen legislaciones y protocolos médicos que cumplan con una perspectiva de derechos humanos que prohíban cualquier tipo de patologización.

Se exige acceso a atención específica para personas trans. Además, que el reconocimiento legal de la identidad de género se garantice por la autodeterminación y sin requisitos médicos o limitaciones por edad.

Con información de: TGEU
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