Discos eternos: La era de la boludez

Divididos es una de las bandas más importantes del rock nacional. Hoy les traemos la historia de uno de sus discos más importantes

Corría el año 1993 y Divididos buscaba afianzarse en la escena musical. Sus comienzos no habían sido fáciles. Shows con poca gente, desconfianza de parte de las discográficas y la sombra de Luca Prodan siempre presente.

El primer disco no había vendido muchas copias. Y el segundo comenzó de a poco a abrir el camino a seguir. Pero el tercer álbum cambió todo.

La grabación

El disco se grabó durante los meses de junio y julio de 1993. El lugar elegido: los estudios Can Am y Devonshire, en Estados Unidos. Septiembre de ese mismo año fue la fecha que se escogió para el lanzamiento.

La discográfica elegida fue PolyGram. El productor fue nada más y nada menos que el músico Gustavo Santaolalla acompañado por el productor Aníbal Kerpel.

La banda en ese momento estaba formada por el guitarrista y cantante Ricardo Mollo, el bajista Diego Arnedo y el baterista Federico Gil Solá.

En el disco Divididos hizo convivir al folclore, los Beatles y Galeano. Además, hicieron una mirada cruda sobre la situación actual de Argentina que llevaba casi una década de democracia y casi 5 años bajo la presidencia de Carlos Menem.


Las canciones

Catorce canciones componen el disco. Varias más de lo que normalmente llevaban los CDs en ese entonces.

  1. Salir a asustar
  2. Ortega y Gases
  3. El arriero (cover de la canción de Atahualpa Yupanqui)
  4. Salir a comprar
  5. Qué ves
  6. Pestaña de caramelo I
  7. Rasputín / Hey Jude
  8. Dame un limón
  9.  Paisano de Hurlingham
  10. Cristófolo Cacarnu
  11. Indio dejá el mezcal
  12. Huelga de amores (inspirada en los escritos de Eduardo Galeano)
  13.  Tajo-C
  14. Pestaña de caramelo II
  15. El arte de tapa

Foto: Alejandra Palacios

La tapa del disco no fue demasiado pensada. Eligieron al propio Diego Arnedo para que pose para la foto.

Arnedo relató en varias entrevistas que “fue un gesto medio del negro Olmedo… ¡No toca botón!”.

Él mismo cuenta: “me costó mucho entender por qué querían que fuera esa foto mía en la tapa. Era una buena fotografía y la actitud del gesto estaba bien, pero me costó resolver que mi foto iba a representar al grupo. Tardaron, pero finalmente me convencieron de que era una idea divertida”.

La repercusión

Para la presentación del disco la banda realizó 13 shows en el estadio Obras. El álbum alcanzó el puesto número 1 en ventas y tuvo que ser reeditado varias veces.

Asimismo, está considerado como el séptimo mejor álbum en la lista de los 100 mejores álbumes del rock nacional argentino de la revista Rolling Stone. Las canciones sonaron y siguen sonando en la radio, en películas y en la televisión.

Así, la banda afianzó su lugar en la historia del rock, su sonido característico y eso hizo que se ganaran el apodo de «la aplanadora del rock and roll».

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