Un juicio con dos audiencias virtuales, once testigos y un acusado. Una sobreviviente, otras dos que también denunciaron, tres países implicados, un prófugo que huyó de Argentina y se acomodó en su casita de Brasil para que no extraditen a Nicaragua, país donde se cometió el delito de violación agravada.
Finalmente, lo que pudo ser resuelto inmediatamente, volvió a encontrarse con trabas. Este martes Telma Fardín declaró en la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) en la Ciudad de Buenos Aires. Por su parte, Calu Rivero hizo lo mismo, pero desde Roma. Sin embargo, quedó pendiente el testimonio de Anita Co -otra de las denunciantes- porque las audiencias del juicio debieron postergarse.
Según informaron fuentes judiciales a Telam, la postergación llegó por la extensión de las declaraciones. Si bien el caso está bajo secreto de sumario estricto, se estima que la resolución del juicio sea a fines de enero o principio de febrero.
«Todo proceso penal por un delito de estas características es revictimizante»
El abogado Martín Arias Duval, a cargo del patrocinio de Thelma Fardín, advirtió en diálogo con El Destape Radio que se espera un «fallo reparador» por parte del magistrado, Ali Mazloum.
«Thelma está fuerte, obviamente agotada por lo que vivió los últimos días y con la ansiedad propia de esperar un pronunciamiento final que sea reparador pero está convencida que hizo lo que tenía que hacer”, detalló respecto a la resolución del juicio.
Asimismo, se pronunció sobre el tratamiento de este tipo de delitos. «Todo proceso penal por un delito de estas características es revictimizante», agregó.
Y detalló: «A las víctimas de delitos de abuso sexual se las suele sentar en el banquillo de los acusados y se pone en duda todo lo que dicen, contrariamente a lo que pasa con cualquier otro delito». A ello le sumó un ejemplo claro: «cuando una mujer dice que le robaron una cartera le creen, pero cuando dice que la violaron la someten a pericias para ver si es mentirosa o si es una loca”.
Por otro lado, Arial Duval explicó que «el rol de la Justicia de Nicaragua fue el principal porque fue donde se conoció el delito y donde Thelma tuvo que viajar para denunciar el delito».
Por último, repasó el por qué del viaje de Darthés a Brasil. «Sabía que no lo iban a extraditar y pensó que no iba a ser juzgado en Brasil», advirtió. Y destacó «la militancia del colectivo feminista, de organizaciones de derechos humanos, de Amnistía internacional».
«El sistema de complicidades hace que las víctimas no se atrevan a denunciar este tipo de delitos», cerró.