Se acerca una de las fechas, por no decir la fecha más importante y esperada internacionalmente, el Mundial 2022 que se realizará desde el 21 de noviembre hasta el 18 de diciembre. El país elegido fue Qatar, y bajo este marco el presidente del Mundial de Qatar Nasser Al-Khater, dijo que su país es tolerante y le va a dar la bienvenida a la población LGBTTTIQ+.
Hasta ahí venimos bien, capaz hasta nos puede parecer raro que una persona tenga que salir a leer un comunicado abriéndole las puertas a todas las identidades que no sean cisheterosexuales. Pero entendemos que Qatar queda por Arabia o algún lugar cerca de Asia y capaz que allá a los homosexuales se los llevan presos.
Bueno, si algo de todo esto nos hizo ruido, posteriormente Al-Khater desarrolló que si bien los homosexuales podrán ingresar como espectadores al mundial no se va a premir ningún tipo de muestras de afecto.
«La homosexualidad no está autorizada y las demostraciones públicas de afecto están mal vistas”
NASSER AL-KHATER
Asimismo, recordó que en Qatar «la homosexualidad no está autorizada y las demostraciones públicas de afecto están mal vistas”; y les pidió a quienes vayan al Mundial que respeten a los países que son mucho más modestos y conservadores.
«Qatar y los países vecinos son mucho más modestos y conservadores. Esto es lo que les pedimos a los aficionados, que respeten. Estamos seguros que lo harán. Así como nosotros respetamos las diferentes culturas, esperamos que sean respetadas«, sostuvo.
«Qatar y los países vecinos son mucho más modestos y conservadores. Esto es lo que les pedimos a los aficionados, que respeten»
NASSER AL-KHATER
Las declaraciones del organizador del mundial rápidamente causaron repudio y preocupación en todo el mundo. Debates y discusiones respecto a las diferentes culturas se han dado en muchas ocasiones, no vamos a ponernos a juzgar una cultura.
Vamos a cuestionarnos por qué la organización del evento más importante del mundo decide elegir como sede a un estado que penaliza y castiga a todo lo que corra de la norma binaria y heterosexual.
Hablemos de la FIFA
La FIFA es la Federación Internacional de Fútbol Asociación, básicamente es el máximo organismo regulador del fútbol a nivel mundial.
Entre sus tareas, la institución es encargada de organizar y gobernar las federaciones de fútbol de los distintos países en los cinco continentes.
Asimismo, la FIFA es la encargada de la organización de torneos y campeonatos mundiales de fútbol en sus distintas ramas y categorías. Entre ellos, la Copa Mundial de Fútbol, evento celebrado cada cuatro años.
Entonces podemos decir que la FIFA, es la responsable de que el mundial 2022 se lleve a cabo en Qatar, pero la pregunta que me surge es ¿es por voluntad o simplemente los derechos humanos no son prioritarios en la agenda?.
No nos olvidemos de dos datos, en primer lugar, el mundial anterior se realizó en Rusia mientras Vladímir Putín perseguía, castigaba y condenaba a las diversidades bajo la lamentable ley contra la propaganda homosexual. Una ley que le permite a las fuerzas y al Estado justificar actos sumamente violentos y repudiables; con tal de «proteger a los niños de la información que aboga por la negación de los valores familiares tradicionales».
En segundo lugar, Argentina fue sede del Mundial en el año 1978. Un momento clave para entender la relación entre el deporte y la política. Con la llegada del mundial del 78 se legitimó la dictadura de Jorge Rafael Videla y se le cedió aún más poder.
Con una sociedad que nos repudia, para ser exacta el 70% considera a la homosexualidad como antinatural, la FIFA no puede replantearse dos veces dónde se va a desarrollar éste evento.
Considerado el fútbol como deporte histórico heterosexual por excelencia, una vez más la FIFA nos demuestra el poco interés hacia la comunidad LGBTIQNB+ y lo poco cuestionada como tal. Recordemos que de las 36 personas que conforman el directorio de la FIFA, solo 7 son mujeres, ¿cuantas notas leíste al respecto?, exacto ninguna, porque nadie se lo cuestiona.
Diversidad sexual en Qatar
Si bien me propuse no atacar la cultura de Qatar, me parece importante diferenciar una cultura de un derecho humano. Tanto nuestros deseos, vivencias e identidades son un derecho humano, acá y donde sea.
Si bien Nasser Al-Khater garantiza seguridad, paz y respeto, es importante destacar que Qatar es uno de los 72 estados en donde la homosexualidad es ilegal. Más allá de los dichos, hay una realidad y es que el Mundial no será nada seguro para nuestras identidades.
Según el artículo 296 del Código Penal de Qatar, las relaciones sexuales entre personas del mismo género se castigan con penas de uno a cinco años, sumado a una multa por lo que conocen como «delito de homosexualidad».
Para quienes sean extranjeros y «demuestren afecto» en la vía pública, pueden reportarte, generarte una multa o invitarte a salir del país.
Una persona homosexual es ilegal en su existencia misma, no puede conseguir trabajo, ni acceder a bienes y servicios, no se puede casar, ni adoptar, ni gestar, ni realizar cambio registral de género, ni formar parte del servicio militar y no podrá donar sangre nunca.
«Problema de los putos»
Tras el revuelo causado por el anuncio de Nasser, recorrí varios portales para leer a quienes comentaban las notas, publicaciones o hablaban al respecto.
Por un lado más del 50% de los espectadores sostenían el mismo concepto, «bueno, pero si es peligroso no vayan». Por el otro la otra mitad sostiene que el problema es solo de un sector: «bueno, problema de los putos» o «será problema de gente rica que puede viajar a Qatar».
No es un problema de la diversidad solamente, una vez más se pone en juego nuestros derechos humanos, estamos hablando de criminalización de identidades. No tenemos por qué ceder siempre y no habitar aquellos espacios que amenazan con violentarnos.
¿Quién decide que identidades son válidas para existir y cuáles no? ¿Por qué piensan que es un problema de «minorías»? ¿Somos realmente «minoría»? ¿Qué libertad de ser le queda a cualquier persona al ver que por ser quien es pueden apedrearlx, encarcelarlx y hasta matarlx? ¿Realmente nos da igual?.