Hace un año el aborto es legal en nuestro país. El 30 de diciembre, como cada oportunidad en la que se debatió una ley para ampliar derechos de mujeres y diversidades, las calles se vieron repletas. En un contexto sanitario extraordinario, la sanción del aborto legal era una posibilidad, pero no una certeza.
El calor era avasallante y los barbijos fueron protagonistas de un día histórico para nuestro país. Argentina podía hacer historia y nosotras -y nosotres- podíamos lograr algo por lo que se luchó durante años.
La espera fue espesa como el clima. La disputa simbólica, el discurso conservador y la violencia encarnada en palabras también fueron parte de una jornada atípica, pero realmente necesario. En un año donde la pandemia de COVID19 nos sorprendió, la alegría de reencontrarnos y en un contexto tan particular, valía doble.
Después de largas horas y discursos interminables, se hizo la luz: llegó el momento de votar. Con el cuchillo entre los dientes, no esperábamos una desilusión igual que en 2019. Creíamos, pese a todo. Y sí, se pudo.
El aborto legal era una deuda de la democracia. Tantos años de clandestinidad, opresión y silencio se vieron obstaculizados, por fin, por la fuerza de la militancia, por la toma de las calles y, por supuesto, por una ley tan exigida como esperada.
Sin embargo, las garantías que se pueden dar en la Ciudad de Buenos Aires o en gran parte de la provincia de Buenos Aires no siempre son las mismas que en el resto del país. Hecha le ley, hecha la resistencia y los obstáculos.
Del 30 de diciembre de 2020 hasta acá: ¿Cómo estamos?
La Ley N° 27.610 reconoce el derecho de las mujeres y otras personas gestantes a decidir la interrupción de su embarazo hasta la semana 14 de gestación.
Durante los primeros once meses de la ley, el sistema público informó 32.758 interrupción de embarazos realizadas, cifra que no contempla la práctica en el sector público o servicios cubiertos por obras sociales y prepagas.
Asimismo, entre el 20 de enero y el 30 de octubre de 2021, las Socorristas en Red acompañaron a 9.900 en sus abortos. Del total, 2.377 decidieron que el acompañamiento sea en la solicitud en el sistema de salud; mientras que 7.523 solicitaron acompañamiento en la autogestión de un aborto.
Por otro lado, la línea gratuita y confidencial dispuesta por el Ministerio de Salud (0800-222-3444) recibió entre enero y noviembre casi 19 mil llamadas. A su vez, la cartera de Salud distribuyó 46.283 dosis, más del doble que se repartieron en 2020.
En Argentina hay alrededor de 1243 efectores que garantizan la práctica. Hasta diciembre de 2020, menos de mil realizaban Interrupciones Legales del Embarazo (ILE).
No todo es color verde
Lejos de la realidad en Buenos Aires, la situación de las provincias es mucho más compleja y desigual. Según informó a directora de Salud Sexual y Reproductiva, Isla, en diálogo con Página 12 las dificultades al interior del país son muchas. “En Salta, por ejemplo, se garantiza la atención pero mandan a las usuarias a llamar al 0800-222-3444, para iniciar la solicitud de la práctica, un trámite adicional; en Formosa, se lograron habilitar veinte centros de atención con el apoyo de la asociación Católicas por el Derecho a Decidir”, explicó.
La mayoría de los procedimientos se hacen con misoprotol. En lo que va del año, el Ministerio de Salud distribuyó 46.283 dosis del medicamento; en 2020 habían sido 18.560 dosis, menos de la mitad.
El avasallamiento de los derechos permanece en parte del país. Dijimos nunca más a la clandestinidad. Dijimos nunca más al silencio y a la ilegalidad.
Mientras sigan empujándonos a la vergüenza y el miedo, seguiremos luchando para que cada mujer y cuerpo gestante pueda acceder a un aborto voluntario, seguro y gratuito.
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