Gabriel Boric, asumió en Valparaíso como presidente de la república chilena en una ceremonia colmada de simbolos, tanto feministas como de pueblos originarios y contra la dictadura.
Desde la creación de su gabinete, donde la mayoría fueron mujeres hasta rupturas en el protocolo de asunción, Boric rompió con muchas costumbres que Chile venia sosteniendo hace tiempo.
«Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí prometo», dijo Boric, de 36 años. Quien acto seguido levantó el puño izquierdo y firmó su cargo como máxima autoridad del país.
Frente a un plenario que lo ovacionaba de pie y sumamente emocionado,el flamante jefe de estado recibió sonriente la banda presidencial y la mítica piocha de O’Higgins de manos del mandatario saliente Sebastián Piñera.
«Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí prometo»
GABRIEL BORIC
Minutos más tardes, se hizo la embestidura de la primer ministra del interior chilena Izkia Siches, y a continuación, la del resto de ministros del gabinete.
Antes de tomarles juramento, Boric rompió el protocolo y les dirigió unas palabras. «Estoy profundamente orgulloso de este gabinete, sobre todo de que sean más mujeres que hombres», expresó.
Dentro de la ceremonia en el Salón de Honor del Congreso, había jefes de Estado y Gobierno pero también representantes de todos los pueblos originarios del país; figuras de la cultura; representantes del feminismo latinoamericano y familiares de desaparecidos.
Por fuera, miles de chilenos y chilenas esperaban escucharlo mientras portaban pañuelos verdes/violetas, banderas de pueblos originarios y carteles con el lema «nunca más».
Pero antes de salir, tras el cierre del acto, el mandatario más joven de la historia volvió a romper el protocolo y habló con la prensa. Aún con emoción en su voz, Boric expresó un «gran sentido de la responsabilidad y el deber ante el pueblo de Chile».
«Sepan que vamos a dar lo mejor de nosotros para estar a la altura de los desafíos que tenemos como país», agregó.