Malvinas: una mirada desde la música

Se cumplen 40 años de la Guerra de Malvinas y hoy les traemos 3 canciones que le cantaron a las islas y al horror de la guerra.

Pasaron 40 años del inicio de la Guerra de Malvinas. 40 años de una guerra que marcó no sólo la historia de nuestro país sino también la vida de cientos de personas. Y para que el horror de la guerra no se olvide nunca varios músicos decidieron cantarle a esas islas, a los chicos que dejaron sus vidas, a los que volvieron pero ya nunca fueron los mismos y a todo un pueblo que lleva abierta una herida que no se va a cerrar nunca.

Por eso hoy, para homenajearlos les traemos 3 canciones que hablan de todo esto, de la guerra y del dolor.

No bombardeen Buenos Aires

En diciembre de 1982, en pleno debut solista Charly García presentó este tema que fue compuesto durante la guerra. En él ironiza sobre un posible ataque con bombas a Buenos Aires y critica fuertemente a los militares que mandaron a los jóvenes a pelear mientras «ellos toman whisky con los ricos».

Durante su primer concierto, el 26 de diciembre de 1982 en la cancha de Ferro, se montó gracias al diseño de Renata Schussheim una escenografía que representaba a Buenos Aires. Y al finalizar se desató un show de proyectiles que simulaban un bombardeo y que derribaron la escenografía para ilustrar el horror que relata la canción.

 

Reina madre

Casi un año después del conflicto, Raul Porchetto lanzó una canción que se planteó distinta desde el principio.

Porchetto propuso en esos versos una mirada distinta del conflicto. En ellos se muestra la perspectiva de un soldado inglés que es enviado a luchar en las islas.

Así, los versos rezan “Madre/¿Qué esta pasando acá, son igual a mí y aman este lugar. Tan lejos de casa, ¿Por qué estoy luchando?,¿Por qué estoy matando?”. El artista se pregunta sobre que pasaba por la cabeza de un inglés, algo que hasta ese momento nadie había hecho.

Solo le pido a Dios

Sin duda esta es una de las canciones más reconocidas en cuanto al conflicto. Aunque la canción fue compuesta en 1978, 4 años antes de la guerra, tomó mayor relevancia en esos meses de 1982. En sus versos León Gieco intenta describir sus sentimientos derivados de los acontecimientos sociales marcados por el horror de la dictadura.

La canción fue traducida a varios idiomas y reversionada decenas de veces, incluso por músicos ingleses.

Hay heridas que no cierran. Y la música no las va a cerrar. Pero es una gran forma de que estas historias no queden en el olvido. Porque así, ellos siempre van a estar presentes, y el reclamo por Malvinas va a seguir más vivo que nunca.

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